CINE: LA CHICA Y LA ARAÑA de Ramon Zurcher y Silvan Zurcher

 

Suiza 2021

Liliane Amuat. Yuna Andres. Henriette Confurius. Lea Draeger. Ivan Georgiev. Elia Gfeiler. Flurin Giger. Dorian Heiniger. Andre Hennicke. Ursina Lardi. Dagna Liztzenberger. Birte Schnoienik. Philippe Schuler. Sabine Timoteo

Hay muchas cosas aquí, muchos hilos que cuelgan en esta historia y nos da pie a tantas interpretaciones como personas que la disfrutemos. Es una película, y ahora comentaremos con más detalle, llena de rincones, de sugerencias y de múltiples vías narrativas. Es tal la riqueza de la propuesta y el riesgo con el que se nos presenta que tengo la sensación que es imposible atraparla.

Para mi, personalmente, La chica y la araña es una película de terror aunque no esté contada como tal. Todo comienza con una mudanza y dos jóvenes. Se supone que son buenas amigas, puede que incluso amantes ( ninguna relación está totalmente definida de forma clara en esta cinta ). Una de ellas se cambia de casa, la otra le acompaña en el primer acto a su nuevo hogar, donde también coincidirá su madre, algunos vecinos, varios obreros. El segundo acto se trasladará, con los mismos personajes y la incorporación de algún otro, a la casa que una de ellas va a abandonar. Seguirá la mudanza, celebrarán una fiesta, pasará una noche de tormenta y amanecerán al día siguiente hacia la despedida.

Lo que a mi entender la convierte en una cinta oscura, no es solo el símbolo de la araña, tan marcado, sino, sobre todo, en las miradas y los silencios. El conjunto de personajes, desde la pareja de chicas, se va expandiendo. Está claro en el caso de las dos, que existe una clara incomodidad, pero lo cierto es que todos los personajes parecen tener secretos envueltos en miedo, incluso rozar la locura o el absurdo. Hay una constante inquietud que empapa cada segundo de esta historia en la que siempre nos sentimos perdidos. Porque también aparece un fantasma ligada a un piano y al mar, y que podría ser la narradora de la historia y una mujer que se ríe de la lluvia en un tejado. Tantas cosas.

Posiblemente mi afirmación sea un poco contundente y más que una historia de terror, podríamos decir que es un borrador de una historia de terror, cuando aquello que debería de estallar, está siempre bajo la superficie de lo que vemos. Porque eso sí, posiblemente lo más inquietante es que siempre nos sentimos bajo una amenaza que nunca llega a materializarse pero crece hasta afectar a todos y resultar insoportable.

La caligrafía es meticulosa, minimalista, tanto en los rostros como en los objetos. Hay una observación transparente que, mezclada con la incertidumbre de la historia, genera un contrate que nos impide contar con asideros. Todo esto hace que recorrer La chica y la araña sea una aventura tan apasionante como arriesgada, una narración que tiene mucho de instalación artística y sobre todo de descubrimiento.

Me encuentro enamorado de esta película, me apasiona incluso en algún segundo menor en que llega a exasperarme. Las grandes obras en ocasiones son difíciles y este es uno de esos casos. Pero si aceptamos el reto, vamos a encontrarnos con algo único.

Público

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