Pantea Panahiha. Hassan Majconi. Baharam Ark. Amin Simiar. Rayan Sariak
Disponible en Filmin
Hit the road es una película de género, por los cuatro costados. Una road movie sin fisuras. Todo comienza en una parada en medio del camino. Cuatro personajes comparten viaje en un vehículo que, salvo algunas paradas circunstanciales, no abandonarán hasta que lleguen a su destino, y ni siquiera entonces será el final del viaje.
A medida que avanzan los kilómetros iremos conociéndolos y construyendo su estructura. Padre, madre y dos hijos. Uno de ellos, apenas un niño, con una vitalidad agotadora, el otro taciturno. También conoceremos el motivo del viaje, que no quiero desvelar aquí aunque posiblemente no sea esa intriga lo más importante de la película.
Creo que era Victor Manuel quien decía en una canción "para la ternura siempre hay tiempo" y eso es lo que parece pensar también Panahi. En un acontecimiento que podría resultar dramático y que sin duda tiene la tristeza de la ausencia, él se decide por una mirada llena de amor y humos. Lo dicho: la ternura, ese resultado alquímico tan difícil de preparar pero que él consigue durante los noventa minutos que dura la cinta. Para ello elige el protagonismo de la familia y resalta esos lazos universales que están por encima de cualquier obstáculo. Tengo la sensación de que el director regala un homenaje a los hombres y mujeres que desde su amor incondicional a sus seres queridos y en su escala cotidiana, son capaces de sacrificios que construyan la luz dentro de un régimen opresor. Porque sin duda lo que consigue es que Hit the road sea una historia absolutamente luminosa.
Digno hijo de su padre, Panahi tiene sabiduría fílmica. Y sin las limitaciones políticas impuestas a su progenitor, crea una caligrafía preciosa y delicada, que mezcla el retrato íntimo de los primeros planos con la basta geografía en la que nuestros personajes son poco más que figuras perdidas en el horizonte. La transparente geometría con la que lo retrata todo consigue una belleza ligera y aparentemente fácil en la que no hay nada de artificial.
Hit the road es una película encantadora que es imposible ver sin una constante sonrisa incluso cuando se está al borde de la lágrima, y que desde esa aparente ligereza nos habla del drama de un país que se desangra. También nos recuerda que, frente al dolor, hay fuerzas capaces de luchar hasta el final. Y en tiempos tan "modernos" opta por elegir a la familia como el mejor ejército de resistencia. Es una película magnífica.
Y me alegro, no sólo por lo que la he disfrutado, sino también por pensar que un hijo es la mejor respuesta frente a aquellos que creen que se puede imponer el silencio. Enhorabuena Panahis, a los dos.
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