CINE: BARDO de Alejandro González Iñarritú

México 2022

Daniel Jiménez Cacho. Ximena Lamadrid. Griselda Siciliani. Fabiola Guajardo. Iker Sánchez Solano. Andrés Almeida. Mar Carrera. Francisco Rubio. Meteora Fontana. Edison Ruiz. Jorge Gidi. Hugo Albores

En ocasiones me siento un perro verde. Después de disfrutar con la trilogía de historias cruzadas que llevó a cabo con Guillermo Arriaga, me atrapó la artificiosidad de Birdman, hasta aquí bien detesté El Renacido que me pareció un ejercicio de exhibicionismo absoluto, simple narrativamente y casi pornográfico en su recreación del dolor. 

Sin embargo, llego a Bardo con las peores críticas que hablan de ejercicio de egolatría, de demencia narcisista y de incoherencia, y me encuentro con una cinta personal, sincera, que se mueve en un surrealismo transparente y que me sorprende continuamente en su inteligencia narrativa.

El protagonista es un periodista, director de documentales ficcionados, tras muchos años trabajando y viviendo en Los Ángeles, regresa a México a recibir un homenaje por haber sido destacado con uno de los premios más importantes del periodismo norteamericano. Enfrentar de nuevo su país le hace también hacerlo con sus propios recuerdos y la decisión que le llevó a huir en lugar de resistir, y esa lucha interior, tendrá también un reflejo en su relación con sus hijos, su mujer y sus antiguos amigos.

González Iñarritú asume la puesta en imágenes de esta historia con una libertad absoluta y una inteligencia lúcida. La narrativa es pastosa y siempre cabalga en un punto de surrealismo, no se detiene y , recordando un poco a Birdman, va avanzando sin fisuras entre fantásticos hallazgos, que no temen ser grotescos, como ocurre en ocasiones por ejemplo con el niño perdido. Esas palabra mudas, la amenaza de las sombras sin cuerpo, la representación del femenicidio.... Porque sólo hace falta mirar para encontrar múltiples referencias en un mundo cada vez más descontrolado, y en un hombre que se siente culpable de sus privilegios.

Efectivamente, estoy seguro de que esta es la cinta más personal de su autor, una confesión, una catarsis, quizás incluso una explicación a quienes le acusen de expatriado voluntario. Ante películas así, gran parte de la crítica tiene a aludir a 8 1/2 de Fellini, como si fuese la única historia contada desde la mente de un creador. Bardo no necesita de esas comparaciones, tiene suficiente personalidad para proponer una experiencia única y apasionante.

Y quizás su singularidad no permita adhesiones unitarias. En cualquier caso, para mi González Iñarritú ha superado con esta película la decepción de El Renacido que tantos adoran. Cosas de la diversidad.

Público  
 

Comentarios