CINE: AFTERSUN de Charlotte Wells

 

UK 2022

Paul Mescal. Frankie Corio. Celia Rowlson Hall

Posiblemente Aftersun sea una de las películas más tristes que he visto. De esas que crean una tristeza que te empapa, porque te sientes parte de ella, comprendes a sus personajes y sabes que, muy probablemente, su futuro no será más feliz.

La acción se centra en los días que un padre joven y su hija de once años pasan juntos en un resort turístico en Turquía, rodeados de, por supuesto, turistas a la búsqueda de la diversión más fácil, karaoke, copas nocturnas, bailes organizados, alguna excursión.... y estos dos personajes que se adoran pero sólo consiguen acercarse de verdad en algunos momentos excepcionales.

La película de Wells se compone sobre todo de silencios y de lo que no se cuenta. En la superficie, el desarrollo casi chejoviano de las horas, en las que van apareciendo las distancias y la necesidad de hacer creer al otro que todo es perfecto. Luego algunas fisuras, poco a poco, al tiempo que van desapareciendo los velos y empieza a asomar la realidad del padre, Calum, un hombre que, ya obviamente, se mueve más cerca del fracaso que del éxito. Y comprendemos su esfuerzo, su necesidad de merecer el amor de su hija, y lo patético del resultado, gracias, entre otras cosas, a la interpretación desnuda de un Paul Mescal entregado en cuerpo y alma.

El hecho de que la mirada que compartimos, el motivo de estar siendo testigos privilegiados, sea la de su hija, muchos años después, no sabemos si por algún acontecimiento reciente o porque necesita recordar y entender, hace todo aun más triste, como cualquier historia sobre el tiempo perdido y aquello que es imposible de recuperar.

La caligrafía de su directora es delicada y meticulosa, dentro de su ritmo lento, cargada de pequeños detalles que le confieren una agilidad juguetona. Y es así como consigue que comencemos pensando en la intrascendencia y cuando nos damos cuenta, esta historia haya pasado a ser una de esas que se convierten en nuestras y en las que cada uno podemos escribir todo aquello que falta.

Aftersun es atrevida, diferente sin pretender serlo, sincera y escrita desde el corazón. Una película preciosa, y que tardaré tiempo en apresar del todo, quizás nunca lo haga. Y sí, una película triste, muy triste. Pero es lo que tiene la vida, y de ella, con sensibilidad y transparencia, es de lo que nos habla esta pequeña joya.

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