460 páginas
Disponible en ebook.
Que difícil es hablar de una obra que te parece realmente grande y que te ha atrapado, y, al mismo tiempo, que ganas de hacerlo, de contar lo que me ha parecido Claus y Lucas, y de recomendárselo a todo el mundo.
La propuesta de Agota Krystof comienza de formas aparentemente simple. En un país en guerra, dos gemelos serán abandonados por su madre en casa de su abuela, en un pueblo fronterizo, ante la imposibilidad de ocuparse de ellos en la ciudad. Serán estos dos muchachos quienes nos irán contando en la primera parte, como poco a poco se van construyendo como personas, sin dejar de incorporar a su formación la violencia de su entorno.
Sin embargo, a partir del momento en que esta primera parte se cierra, la novela avanza en una complejidad admirable, inteligente, aterradora en alguna ocasión siempre dentro del fondo gris. Pero lo más sorprendente es que la autora consiga que nos movamos en esa especie de no lugar extraño, con una absoluta sensación de transparencia, incluso frente a lo que nos sigue planteando dudas continuas.
Krystof crea un mundo aparte perfectamente reconocible. Un escenario estilizado hasta la abstracción pero dibujado a tiralíneas con lugares comunes del género bélico: ruinas, miedo, pérdida. Y en esta levadura toman el mando las palabras, para contar la historia de Lucas y Claus regodeándose en la ficción y doblándola, hurtándola, multiplicándola... La propia ficción es por lo tanto uno de las principales columnas sobre las que se asienta esta novela, la naturaleza de lo que se cuenta es capaz de generar una realidad, perdiendo importancia el concepto de lo cierto.
El libro se presenta como una trilogía pero no puedo imaginarme una lectura independiente de ninguna de las partes que la componen. O tal vez esta estructura sea parte del juego inteligente que propone la autora, ya que esa lectura independiente daría de cualquiera de las piezas una versión muy diferente de la lectura completa.
Al margen de lo dicho anteriormente, no podemos olvidarnos que de lo que habla Claus y Lucas es del horror de la guerra y de la agresión de los autoritarismos, de su efecto en la población civil, de la miseria moral de las comunidades diezmadas. Y lo hace con un lenguaje seco y una voz directa que no esconde la crueldad y el horror en los sentimientos. Pero sobre todo lo hace desde la literatura, un ejemplo de literatura grande, singular y comprometida en un libro para el que Kystof no nos lo pone fácil, pero si decidimos aceptar sus reglas, la experiencia será inolvidable.
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Público
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