250 páginas
Disponible en ebook.
Que compleja me ha resultado la lectura de esta novela y que cantidad de momentos inolvidables veo en sus páginas. Que torrente tan intenso y difícil. Que sensación de habitar en el caos de una tormenta donde en muchas ocasiones pierdo pie y en otras me dejo llevar.
Todo comienza con una escena sobrecogedora en el mar, a la que sigue un episodio de encuentro entre nuestro protagonista, el repugnante héroe Andres Bouza y unos narcos gallegos. Hasta aquí incluso podríamos hablar de una narrativa convencional si no fuese por ese lenguaje que te envuelve y empapa todas las páginas, rico como una poesía oscura.
Luego, su barco recalará en un puerto que es como la noche y él en una posada que parece todas las posadas de historias marineras desde La isla del tesoro. Aquí la prosa se vuelve blasfema, agria, voraz y reiterativa. Es difícil no sentirse encallado hasta que el relato se convierte en una colección de historias que conforman un mosaico de lujuria y delito, de suciedad y sordidez. Cuando de pronto aparecen varios capítulos que podrían estar en cualquier crónica sobre la historia de gallegos y colombianos en su conquista de la Costa de la Morte, sentimos que nos hemos escapado a otro lugar, pero pronto vuelve la tormenta.
Carne de Sirena convierte en mitología del infierno esa etapa tan difícil y dramática de la historia de Galicia. Lo hace desde dentro, con una inmersión en la carne y el alma de la historia. Es excesiva, brutal, desigual y terrible. Es literatura grande, sin duda. Pero también es difícil respirar entre sus páginas de las que salimos como ahogados.
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Público
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