Ben Attal. Suzanne Jouvanet. Charlotte Gainsbourg. Pierre Arditi. Mathieu Kassovitz. Benjamin Lavherne. Audrey Dana. Judith Chemla. Laetitia Eido. Camille Razat. Franz Rudolf Lang. Romain Barteau
Un joven estudiante en Stanford regresa por unos días a Francia para estar en la imposición a su padre, famoso periodista, de la Legión de Honor. Su madre es también una intelectual, muy beligerante con respecto a los delitos sexuales contra las mujeres. Precisamente, la hija del novio de esta última será quien, al día siguiente de acudir juntos a una fiesta, le acuse de violación.
Pocas películas he visto tan comprometidas con su objetivo como El Acusado. Y es que, está muy claro que el objetivo del director es convertir el conflicto en material de reflexión. Por supuesto no olvida la base narrativa, creando algo parecido a un thriller sin respuesta con personajes excelente dibujados. Pero lo más importante es el material que ofrece para el debate y la claridad con la que se expone.
Incluso en su estructura, el film es transparente y ordenado con una estructura férrea. Primero dos capítulos divididos en la visión de cada uno de los protagonistas, el presunto violador y la víctima. Con ello no sólo se nos da información sobre lo ocurrido desde sus perspectivas sino que también se dibuja el entorno diferente en el que se mueven y su actitud frente al sexo. Los progenitores de cada uno de ellos son importantes referencias en ese posicionamiento.
Luego la tercera parte se conforma con el juicio que tiene lugar treinta meses después. Narrativamente se nos informa suficientemente de los cambios que han tenido lugar en ese tiempo, pero sobre todo, se pone sobre la mesa la dificultad de juzgar este tipo de delitos donde no existe una información clara y sí diferentes versiones. ¿ Que es el consentimiento? ¿ hasta que punto es necesaria la afirmación expresa? ¿ cuando pasa la violencia de ser un juego para convertirse en una amenaza? ¿ es cualquier tipo de violencia tolerable ?. Además de la precisión en los interrogatorios, el director se atreve a convertir algunas intervenciones en monólogos casi frontales. Y sobre todo, no existe ninguna necesidad de ser políticamente correcto y sí existe mucha sinceridad en los parlamentos. En este sentido, es ejemplar el de la madre, encarnada por una Charlote Gainsbourg que cada día es mejor.
En un momento se dice que estamos hablando de justicia y no de moral. Pero en un conflicto de este tipo es casi imposible no mezclar ambos conceptos. Y es ahí donde El Acusado tiene la honradez de no dar respuestas e incluso evitar visualizar el momento concreto sobre el que se discute. Es una decisión valiente y totalmente coherente con la propuesta.
El Acusado es una película ambiciosa e importante. Una propuesta que en ningún caso camina por lo fácil sino que se atreve a afrontar tabús y plantear la duda. Y además apasionante. Muy muy buen cine.
Público
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