Directores.-
DanTrachtenberg. Matt Shakman. Phill Sgriccia. Fred Toye. Stefan Schwartz. Jennifer Phang. Dan Attias. Eric Kripke
Intérpretes.-
Karl Urban. Jack Quaid. Erin Moriarty. Elizabeth Sue. Dominique McElligot. Jessie T Usher. Laz Alonso. Tomer Capon. Karen Fukuhama. Anthony Starr. Chace Crawford. Simon Pegg. Alex Hassel. Colbi Minifie. Anne Cusack. Jess Salgueiro
Duración.-
8 episodios- 60' C.U.
Amazon Prime
Hasta ahora estábamos acostumbrados a que las historias de superhéroes tuviesen una morfología muy clara: hablamos de personajes dotados de poderes increíbles y también de un elevado compromiso con el bien de la humanidad. Adorados por la población, todos cuentan con enemigos de su altura. En ocasiones son pasto de la injusticia pero siempre consiguen que todo vuelva a su sitio. Y son genuinamente americanos, como la coca cola. A mi me gustan, lo decía el otro día hablando de Dr Strange, consigo disfrutarlas e incluso algunas, como la saga Batman, me parecen muy buenas.
Pues bien, aquí las cosas cambian. Al parecer The Boys está basado en un conocido cómic, pero como lo desconozco, todo esto me pilla por sorpresa. Aquí, los superhéroes tienen poderes, por supuesto, y parece que su objetivo, efectivamente, es salvar a la humanidad. Sin embargo, cuando conocemos a conocerlos con más detalle, resulta que todos ellos tienen una cara oculta. Son niños mimados, caprichosos, vulgares estrellas llenas de avaricia y soberbia y vacíos de cualquier asomo de altruismo. Son nada menos que abusadores sexuales, incluso asesinos, porque no, psicópatas. Y detrás de sus poderes se esconde algo mucho más turbio que la mera naturaleza.
En lo que se refiere a sus enemigos, víctimas vengadoras, no es fácil tener hacia ellos el rechazo de los antagonistas que nos resulta tan fácil en las historias de Marvel.
The Boys cuenta además con un subtexto que no está alejado de lo que escribió Margaret Atwood en El cuento de la criada ( la serie no la he visto ) u otras distopías. El mundo dominado por las grandes corporaciones, las religiones como proyectos de marketing perfectos, en definitiva una sociedad guiada por la garantía de la seguridad.
Pero sobre todo, la serie, al menos en esta primera temporada, es apasionante, fantásticamente escrita para soportar un cruce de tramas rico y complejo, una acción trepidante y mucho, mucho humor.
No recuerdo bien quien me la recomendó pero tendría que darle las gracias. Es salvaje, descarada, divertida, brutal, sin complejos. Un bombazo. Por supuesto hablaremos pronto de la segunda y tercera temporadas.
Público
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