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No he leído el Ulyses. De hecho, tengo que reconocer que ni siquiera lo he intentado. Me lo había propuesto como objetivo este año por eso del aniversario y a lo mejor todavía mi s0rprendo. Sí conozco Retrato del artista adolescente y Dublineses, colección de cuentos de la que hablaba aquí hace no mucho, especialmente de esa maravilla que es Los Muertos.
Por lo tanto, al comenzar esta novela no me mueve la curiosidad morbosa que siempre puede producirnos entrar en la vida de autores que admiramos, aunque la propuesta no sea una biografía propiamente dicha, sino ficción novelada. Tampoco tengo referencias previas del personaje de Nora.
No esperaba secretos ni revelaciones. No era fácil que me decepcionase por la información, sino que mi acercamiento oba a ser puramente literario.
Nora se presenta como la historia de amor entre este personaje y James Joyce. Para mi es algo más o, simplemente, el tópico "historia de amor" alcanza su dimensión real, esa grandeza que tiene o puede tener la historia de dos personas que deciden compartir su vida y que la habitan juntos. Sí, singular desde el momento en que él, desde la pobreza, llegó a ser uno de los escritores más importantes de la historia de la literatura, con su fragilidad de artista, su capacidad para observar su alrededor y su imposibilidad de regalar una vida convencional, y ella una mujer de poca formación y mucha personalidad, convencida de que vivir era poner un día detrás de otro con generosidad y ajena incluso a aquello que su pareja escribía, pero nunca a él.
Nula O'Connor plantea la narración en primera persona, a base de capítulos titulados siempre por una sola palabra, que comienzan siendo muy breves y, aunque se van alargando a medida que avanza la narración, nunca pasan de las ocho páginas. Su prosa es transparente, como la realidad del personaje, clara y precisa pero siempre entregada desde la intimidad. Desde cuando nos cuenta sus años de peregrinaje y penuria, hasta la tristeza infinita porque la vida de sus hijos no se ajustase a sus deseos, siempre está presente la voz de la mujer, de la madre y de la esposa. La sensibilidad de la autora es exquisita y coherente.
También está el tiempo histórico. La vida de James y Nora, recorre una Europa donde las desigualdades sociales son norma. Una Irlanda totalmente empobrecida. Dos guerras mundiales. El inicio de la psiquiatría. Y aunque el objetivo de la novela no es una crónica, si dibuja a la perfección el marco para crear los entornos adecuados que nos permitan no sólo conocer el paisaje social y político sino también comprender su forma de afectar a quienes los habitaban.
Nora es una excelente novela alrededor de dos seres humanos, conocidos, sí, permitiéndonos acercarnos a ellos mucho más, pero para mi es además una narración preciosa y profunda de una de las mayores aventuras que puede vivir el ser humano, y es compartir su vida con otro, hasta el final. Un logro.
Público
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