CINE: TENEIS QUE VENIR A VERLA de Jonás Trueba

 

España 2022

Itsaso Arana. Vito Sanz. Irene Escolar. Francesco Carril.

Jonás Trueba es sin duda un director de cine singular. No conozco toda su producción pero sí, con esta, cuatro de sus películas que ofrecen un catálogo tan especial como atrevido y sorprendente. A pesar de ser propuestas diferentes, pueden considerarse complementarias: todas se vertebran alrededor de la naturalidad de lo cierto y de las relaciones de amistad o pareja, trasladadas con una aparente ligereza. 

Recuerdo Los exiliados románticos como un soplo de aire fresco, un joven hablando de los jóvenes, en una estructura con un punto de mágico. La virgen de agosto, era más convencional narrativamente hablando pero conseguía trasladar a la perfección la hermosa lentitud del tiempo en el verano madrileño.

Sobre Quien lo impide he escrito ya aquí todo lo que puedo decir. Un proyecto grande, ambicioso. Un regalo a una generación que no es la suya, un cuadro enorme de una juventud que tiene que encontrar su sitio.

Podría parece que Tenéis que venir a verla es algo así como una reacción a esta última. De tres horas ( una duración inusual ) pasamos a una hora ( otra duración inusual ), de una composición muy artificiosa, pasamos a la naturalidad absoluta, y de la juventud, el autor regresa a su propia generación dando la sensación de un rodaje entre amigos.

En las primeras aperturas del confinamiento, dos parejas de amigos comparten una copa de vina y música en el Café Central. Una de ellas  se ha ido a vivir a las afueras y además anuncia un embarazo. Entre los cuatro se produce la extrañeza provocada por el tiempo de encierro, por no haberse visto en más de tanto tiempo. Tenéis que venir a verla es la invitación que hacen a la pareja urbanita para que vayan a visitarles a su nueva morada campestre. 

Seis meses después se produce ese viaje. Almuerzan, charlan, juegan al ping pong y pasean. Y en un buen momento, todo se termina. Nosotros, si hemos atendido bien, nos acordaremos de la importancia de las cosas inacabadas, imperfectas. 

Trueba tiene una caligrafía clara, transparente. Todo parece sencillo ( que grande lo sencillo ) pero está muy medido, entre incorporaciones musicales, poemas sobre la realidad y pensamientos de un sabio contemporáneo. Sencillo nunca es fácil. 

La película puede sonar intrascendente, lo es como por ejemplo lo eran las de Eric Rohmer, no hay conflicto, o los hay pero de la manera en que suelen suceder esas cosas en la vida, sin que se noten demasiado, se apuntan muchas cosas que no salen a la superficie, no hay ni principio ni final.... Y la decisión de si lo valoramos como algo banal o como la magia de atrapar un momento de verdad, es nuestra.

Por mi parte, decido esto último. Me gusta y disfruto con la naturalidad de estos cuatro magníficos actores, me gusta atisbar lo que asoma. Me gusta pensar que esta cosa aparentemente pequeña es un alarde de vida después de algo tan aparentemente grande como la pandemia. 

Jonás Trueba me parece un creador importante, comprometido con con narrar lo que conoce, la amistad, las relaciones y la incertidumbre sobre un futuro ineludible, Y lo hace desde la búsqueda de como captar la verdad. Aquí, igual que en su apuesta anterior lo logra. Espero que siga experimentando, y siempre estaré dispuesto a ser su público.

Público

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