CINE: ARIAFERMA de Leonardo di Costanzio

 

Italia 2021

Toni Servillo. Silvio Orlando. Fabrizio Ferracane. Pietro Giuliano. Salvatore Striano. Roberto de Francesco. Leonardo Capuano. Antonio Bull

Todo comienza con las imágenes de un paisaje intenso, un bosque que cubre la niebla y en que, cuando anochece, unos hombres charlan alrededor de una hoguera. Serán cazadores, personajes icónicos de un cuento, en un espacio aislado, casi fuera de la realidad. Pronto sabremos que realmente se trata de funcionarios de una cárcel que pronto se va a clausurar. Sin embargo, la noticia que les espera esa noche es precisamente el retraso del traslado de doce últimos presos, a los que deberán de cuidar unos días más en un espacio reducido.

Porque esta historia también tendrá su castillo, esa mole rodeada de silencio y llena de ausencia. Las imágenes de sus pasillos, sus habitaciones vacías pero con restos de vida cercana, esas puertas ya siempre abiertas, empapan la historia de un sentimiento casi onírico de evocación de un pasado que desaparece. Sabor a elegía.

Uno de los principales valores y singularidades para mi de Ariaferma es su textura. Di Costanzo le otorga un aire de ensueño, de decadencia, que envuelve elementos, ya lo he citado, casi de cuento. Todo es íntimo y cercano, lento, sereno, extraño.

La historia, une a un grupo de presos y un grupo de vigilantes, ambos colectivos ante la tensión de lo temporal y la improvisación. Surgen conflictos, pero no esperemos la explosión tan habitual en el cine carcelario. Ariaferma es diferente en todo a lo que hemos visto antes. De hecho podríamos decir que lo que nos cuentan es el camino hasta el diálogo sincero de dos antagonistas, y en ese camino, hay momentos tan grandes como las escenas de la cocina o la cena compartida a la luz de las lámparas y las linternas.

Para mi esta película tiene mucho de cine religioso. Es un ejemplo extremo de como profundizar en el alma. Un cine de encuentro y de descubrimiento. Carmine y Gaetano son dos apóstoles laicos, uno desde el arrepentimiento y otro desde la obediencia, a su alrededor están los necesitados que desde corazones llenos de duda consiguen no olvidarse de su humanidad. Las interpretaciones de todo el conjunto son también grandes, muy grandes.

La propuesta nunca olvida su caligrafía puntuada con preciosas intervenciones musicales e intermedios visuales. Es coherente en todo momento y alcanza un nivel de elevación que me cuesta explicar. 

Sólo puedo alegrarme de haber ido a dar con esta película que ha tenido una distribución tan reducida en nuestro país. Gracias a las redes y a Filmin. Ya hemos hablado en ocasiones de los misterios de la elección de que podemos ver en las salas. Una pena que personas que sepan apreciar el arte se pierdan esta joya única. Si con esta entrada consigo que sólo uno la disfrute como he hecho yo, ya será razón para celebrarlo.

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