CINE: LA ABUELA de Paco Plaza

España 2021

Almudena Amor. Vera Valdez. Karina Kolocholyko

Rec fue un hito en el cine de terror en nuestro país. Estaba dirigida a medias por Jaume Balaguero y Paco Plaza. Ambos han seguido con sólidas carreras sin abandonar el género, aunque con dos perspectivas diferentes: mientras el primero ha optado por producciones con un perfil internacional, Plaza no abandona lo castizo y extrae de situaciones tan reconocibles como cercanas escalofríos que nos dejan sin aliento.

La Abuela utiliza varios elementos conocidos y hasta ahora inofensivos: los cuentos infantiles, el amor de una nieta por la abuela que la crío, la belleza insultante de la juventud, la aparente ternura del cuidado a los ancianos. Y los pervierte totalmente. 

La protagonista trabaja como modelo en París cuando la llaman para informarle que su abuela, su único familiar, ha sido víctima de un derrame y no puede valerse por si misma. En Madrid, mientras busca a alguien que pueda cuidarla para evitar llevarla a una residencia, es ella quien la cuida, y esos días, las dos juntas en un piso antiguo y barroco, van avanzando desde la belleza de la entrega hasta el terror, y Plaza consigue que recorramos ese camino a través de pequeños detalles, gestos ambiguos y piezas de orfebrería narrativa que poco a poco van encajando. Cuando alcanzamos el final, la catarsis, aunque potente, es también capaz de evitar el exceso tan habitual en estos casos.

En este caso, el director ha contado con un guion de Carlos Vermut, autor de obras tan indefinibles como Magical Girl. No era posible esperar algo convencional de él, y así este cuento negro, oscuro, funciona como un juego de espejos ( muchos en la cinta, deformantes la mayoría ) en que la juventud rabiosa se refleja en la corrupta decadencia. Casi una metáfora, un ejercicio de simbolismo tan cruel como poco correcto.

Plaza, con este material ofrece un producto solvente y honesto que es capaz de darnos miedo de verdad, tal vez porque todo es demasiado cercano. También tienen algo que ver, seguro, la entrega de Almudena Amor y la elegancia áspera de Vera Velez, cada una de sus miradas es más heladora que dos vueltas de campana de la niña de El exorcista.

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