CINE: VOLVER A DONDE sw Antonio Muñoz Molina

 

Seix Barral

350 páginas

Disponible en ebook.

La verdad es que cuando comencé a leer este libro, pensé que era raro que no fuesen varios los escritores que se hubiesen decidido a realizar un diario de esos tiempos tan extraños en que estuvimos encerrados en una ciudad vacía.

Así es como comienza esta propuesta de Muñoz Molina, desde el extrañamiento de un hombre corriente que vive con su pareja en un piso ubicado en un buen barrio de Madrid. Dos personas que tienen que renunciar a las relaciones habituales con sus hijos, sus nietos, su madre.... y convertirlos sólo en conversaciones telefónicas o recuerdos compartidos. 

A partir de ahí, compartimos, porque también lo hemos vivido, su intento de entender lo que está ocurriendo y lo que más tarde ocurrirá, de asumir la locura de un entorno irreconocible que en muchas ocasiones agrede la lógica en una especie de reacción medieval ante el fin mundo.

Son retazos que, de sinceros, en ocasiones están demasiado empapados de una furia personal, de opiniones partidistas, de convicciones políticas o viejos rencores de clase. Pero que quizás, con esa verdad, sean más reales. Porque en ellos, el escritor también muestra una gran generosidad al contarnos sus miedos, su angustia y su desconcierto.

Entrelazados con ese presente de entonces, Muñoz Molina nos escribe también desde ese futuro que era entonces esperado. Ese a donde del título, donde el mundo parecía tener que recuperarse poco a poco de la tormenta y, sin embargo, regresa en intervalos desde los que no termina de regresar al lugar seguro de la normalidad.

Es en ese espacio donde el autor parece decidir refugiarse en los recuerdos de su niñez, una infancia rural, en el límite de la pobreza y pegada al trabajo diario y a las esperanzas que se van construyendo día a día. Y en esas páginas, como ha hecho tantas veces, el autor acude a su pasado para hablarnos de un mundo extinto que es capaz de dibujar con los colores del alma y de la infancia de forma brillante entre lo físico y el alma.

Antonio Muñoz Molina es un gran escritor, sin duda alguna, un narrador, un contador de historias que construye con fluidez utilizando las palabras. Sus textos tienen siempre la cercanía de lo contado al oído y el aroma de esas historias detrás de las que hay siempre seres humanos. Mucho de eso hay en Volver a donde y son muchas las páginas y los pequeños relatos y anécdotas incluidas que nos atrapan. Pero en conjunto, el libro me deja cierto nivel de de frustración, de lo incompleto; tal vez no existe un propósito unitario o, mejor dicho, el que parece ser el propósito, se desdibuja. Hay un momento en que se difuminan los bordes y todo queda en manos del nivel de acumulación al que quiera llegar su autor.

Si, es un libro que es necesario, como es necesaria una crónica, una y muchas, de lo ocurrido. Y no olvidemos que, como he dicho otras veces, un libro no satisfactorio de ciertos autores está muy por encima de lo mejor de muchos otros. Quizás el problema esté en las expectativas, y de el autor de El jinete polaco, podemos esperar mucho.

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