SERIE TV: UNA CONFESIÓN de Paul Andrew Williams

 

UK 2019

Director.-

Paul Andrew Williams

Intérpretes.-

Martin Freeman. Imelda Staunton. Siobhan Finneran. Jessica Darcy. Jake Davies. David Betts. Florence Howard. Lorna Jones

ITV

Duración.-

6 capítulos - 45' C.U.

La cultura británica siempre ha estado muy unida al crimen. Tanto en la literatura como en el cine o en el teatro. Quien no conoce a Sherlock Holmes o a Agatha Christie. Y por supuesto, tenía que llegar al mundo de las series.

Creo que es casi un subgénero: miniseries inglesas que narran sucesos reales alrededor de sucesos luctuosos. Tienen algunas características comunes:

Por un lado, esa capacidad para captar el realismo, esos entornos muchas veces de suburbio que, con otros objetivos, también utilizan directores de cine como Loach y Leight. Es curioso que los británicos cubran tan bien ambos extremos, el realismo sobrio y la magnificencia de las obras de época.

Generalmente, hablan de la perversidad y de la justicia, del dilema que siempre existe alrededor de estas ideas: la legitimidad de la venganza aunque se muestre como castigo, los derechos del asesino frente a los de la víctima cuyos derechos él no respetó…. Todas plantean un dilema moral más allá de la mera narración de los hechos.

Una Confesión es modélica en este sentido. Nos cuenta la historia de un inspector de policía, de carrera intachable y exitosa, que por casualidades del destino, se encuentra ante la decisión de cumplir estrictamente con los protocolos establecidos o avanzar para conseguir que un posible asesino en serie de chicas jóvenes pague por sus crímenes.

La sinceridad con la que se nos cuenta, excelentemente escrita, nos asoma a varios de los personajes que le rodean, y así, dentro de la trama criminal, asoma también una historia de clasismo incluso en la tragedia, de las formas confusas y diferentes en que los seres humanos perciben el dolor.

Es casi perfecta. Son seis capítulos pegados a estos seres humanos que tanto han sufrido, con una realización de primeros planos y unos intérpretes, en especial Martin Freeman, meticulosos. Consigue el nivel de la crónica rigurosa pero también, lo más importante, emocionarnos y hacernos compartir el horror y la rabia.

Es gracioso, esta serie  estuvo nominada a los BAFTA a mejor miniserie el año de su producción, consulte por curiosidad sus compañeras: venció Chernobyl, y entre las otras nominadas, dos de las que hablé aquí en su día, Las Virtudes y La Víctima. Menuda cosecha la de ese año.  

Público       

Comentarios