Círculo de Bellas Artes
Hasta el 21 de septiembre
El universo de Chema Madoz está poblado de objetos cotidianos a los que siempre es capaz de otorgar otra vida. Pierden su simplicidad, quizás su esencia, para presentarse ante el ser humano como algo diferente, divertido o poético, surrealista y plástico.
Crueldad sigue la misma línea, pero aquí los objetos han perdido fundamentalmente la inocencia, y se convierten en amenazas, bien sea por su propia posibilidad de hacer daño, bien por su extrañamiento, o por su identificación con conceptos que nos aterran.
Es un paisaje que en ocasiones da grima pero que, una vez más, siempre sorprende por su precisión, su creatividad, su lucidez y su capacidad de sugerencia.
Cada fotografía de Madoz podría ser una historia.
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