CINE: AMA de Julia de Paz Solvas


España 2021
Tamara Casellas. Leire Martín. Estefanía de los Santos. Manuel de Blas. Ana Turpín. Chema del Barco. Pablo Gómez. María Gregorio. Carmen Ibeas

Igual que ocurría con Madre, de Rodrigo Sorogoyen, Ama es una película que nace de un corto previo de su director, e igual que aquella, todo gira alrededor de un personaje femenino, una madre. En el primer caso, era una madre buscando un hijo perdido, en este, es una madre que no quiere perder a la suya y que debe de aprender a no pensar sólo en si misma.

Esta continuidad, hace que, sin duda, el personaje principal, sea para la directora, un personaje muy conocido, con el que seguramente lleva conviviendo largo tiempo en su mente. Por eso es tan completo, tan humano, tan real.

Poco sabemos de forma explícita de Pepa, una madre sin capacidad de sostener económicamente su vida y la de su hija, sin techo y sin demasiado control. Uno de esos seres furiosos con la vida, desgarrados. Podemos imaginarle un pasado con los retazos que nos ofrecen y atisbar un futuro con los que nos insinúan. Y aun así, tengo la sensación de que conozco a esta mujer casi en profundidad, que la entiendo, que puedo empatizar con su dolor y su rabia. Julia de Paz consigue transmitirnos esa cercanía con una cámara que se pega sin pudor a su rostro y a su cuerpo, que la expone y que la abraza, que no esconde nada pero tampoco explica. Ese es uno de los aciertos de la película, sin duda, gracias a que Tamara Casellas le ponga carne y verdad.

Hace ya mucho que una cinta no tiene que ser simple ni fea para aspirar a ser considerada realista. Ama está estructurada con una caligrafía eficaz y hermosa, brillante y rigurosa. Es un ejercicio muy creativo, con estilo propio. Anacrónicamente agradable de ver.

"Esto no va de ti ni de mi", es, creo, la última frase que pronuncia Pepa, dirigida a su madre. Y ahí está la esencia de la esencia de la historia. Porque cuando hay una niña a la que cuidar, el límite está fuera. Pero además, no, no va de ellas, porque ellas simplemente han nacido en un mundo donde unos no tienen un techo para pasar la noche y otros, en el mismo lugar, pueden convertir la vida en una juerga de excesos. Que secuencia más terrible y más impresionante, esa en que Pepa y su hija, de noche, recorren el barullo de las calles atestadas de turistas. ¿ Quien da realmente miedo?.

El cine, a veces, nos recuerda que el mundo está mucho más allá de lo que queremos ver, incluso muy muy cerca. Ama lo hace, y muy bien, y nos regala un personaje que merece una película y un futuro. Por todas las Pepas.

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