Clayne Crawford. Sepideh Moafi. Chris Coy. Avery Pizzuto. Barbara Whinnery. Ezra Graham. Ari Graham. Jonah Graham. Bruce Graham
Filmin
The killing os two lovers comienza con una secuencia difícil. Una pareja duerme ausente, mientras un hombre les apunta con una pistola. Tras unos segundos, se marcha sin que nadie sea consciente de su visita y a continuación, de una forma minuciosa, se nos va mostrando su vida diaria. Él y su mujer están en un periodo de tiempo muerto, una separación temporal con vistas a superar los que suponemos problemas de una convivencia que comenzó muy pronto, con cuatro hijos que viven de forma diferente este nuevo estado.
La escritura es incisiva y esencial, ajena a cualquier efecto y capaz de desmenuzar al detalle la incoherencia que en ocasiones existe entre el amor y la convivencia, eso que en en castizo se cantaría ni contigo ni sin ti.
Pero no sólo eso. Lo más perturbador de la cinta, breve y precisa, son las diferentes capas que nos muestra. Su protagonista no es más que un hombre corriente, no demasiado destacable en nada, tampoco su matrimonio es modélico, según intuimos, pero encaja dentro de lo considerado normal. Y sin embargo, el director consigue hacernos palpar la tensión a la que puede llegar cualquier ser humano expuesto a una tensión emocional que ataque su orgullo. Precisamente, uno de los principales logros narrativos del film es como, poco a poco, se va destilando la parte oscura de la relación entre la pareja. Esa especie de delicadeza hace que la secuencia más dura, nos coja desprevenidos y nos golpee como un puñetazo.
La película es breve, concisa y precisa, rigurosa en su realismo, con la textura de lo esencial, de lo cierto, y con la cámara pegada a sus personajes, siendo capaz de captar su desasosiego, su ansiedad, su fragilidad.... Todo ello para llegar a un final que me parece terrible. Salvando las distancias, es un final a lo Viridiana, de esos que multiplican la angustia al empaparla en lo cotidiano.
Al parecer es la opera prima de su autor. Sorprende su riesgo y su firmeza. Viene de Sundance y creo que es un ejemplo de lo que supone la esencia de este festival: Porque The killing of two lovers, mantiene en su credo los principios que calificaban en su día el cine independiente, presupuestos limitados, problemas reales, ausencia de efectos y, sobre todo, apostar por el talento. Y es precisamente ese talento lo que hace que la propuesta siga siendo válida, creando, como en este caso, obras de primera categoría, que nunca serán antiguas.
Público
Comentarios