Gael García Bernal. Vicky Krieps. Rufus Sewell. Thomasin McKenzie. Abbey Lee. Ken Leung. Alex Wolff. Eliza Scanlen. Embeth Davitz. Gustaf Hammerstan. Nolan River. Alexa Swinton.
La carrera de Shyamalan ha estado condenada por la fama prematura. Personalmente creo que El sexto sentido era una buena propuesta de nuevo cine de terror frente al gore en el que se había convertido el género, pero quizás por ello, fue sobrevalorada.
A partir de ahí, tuvo aciertos más o menos reconocidos, pero se comenzaban a mirar sus propuestas con cierto escepticismo. ¿ Una ninfa de las aguas viviendo en un edificio de apartamentos? ¿ un superheroe que no sabe que lo es? ¿ una comunidad en la que la mayoría de sus miembros desconocen el progreso? ¿ no nos pide el director que seamos excesivamente crédulos?. Pues sí, pero esa es la premisa de su autoría, que funciona entre la ciencia ficción y el thriller, con reglas muy claras.
Me encuentro por lo tanto, que, sin haberlo alabado cuando todos lo hacían, lo defiendo ahora que muchos lo rechazan. Y pienso que Tiempo es una de sus mejores películas y, en cualquier caso, un paso de madurez.
Todo comienza en un paraíso vacacional. Si en La visita el director subvertía lo que sería una historia de nietos visitando a sus ancianos abuelos, para convertirla en una pesadilla, aquí este paraíso se convierte rápidamente en lo más parecido al infierno.
Un matrimonio con dos hijos menores y su relación en crisis, pronto formarán parte de un grupo, al parecer privilegiados, de visita en una playa de ensueño. Pronto el lugar se convertirá en una trampa donde el tiempo transcurre a una velocidad voraz.
La película está muy bien escrita, de manera que, tras dibujar perfectamente las diferentes individualidades, será capaz de conjugar la tensión y el drama, con la parte humana y emocional que requiere otra delicadeza, todo ello sin que se noten las costuras.
Pero lo que más me gusta es su caligrafía. Shyamalan elige un tono desigual entre panorámicas y primeros planos, con imágenes partidas en que siempre tenemos la inquietud de que nos falta algo. Su capacidad de atraparnos es paralela a la de inquietarnos. No hay terror propiamente dicho pero nos horroriza ponernos en la piel de sus personajes. Y en medio de todo ello, incluso consigue algún ramalazo de humor.
El final tal vez podría quedar más abierto, pero se encajan todas las piezas y, si bien puede tacharse de elevar la fantasía al máximo, estamos en el territorio de la credulidad.
Tiempo es un fantástico entretenimiento. Y sigue la fiel a un director que, para disfrutarlo, nos pide que juguemos con él.
Público
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