Directores.-
Eduardo Chapero Jackson. Javier Quintas. David Víctori.
Intérpretes.-
Verónica Sánchez. Asier Etxeandia. Lali Expósito. Miguel Ángel Silvestre. Yani Prado. Enric Auquer. Luis Zahera. Carmen Santamaría. Luisa Vides. Niko Verona. Alicia Sánchez. Chani Martín. Daria Kranzo.
Duración.-
2 temporadas
8 capítulos temporada.
30' c.u.
Netflix.
Romeo es un proxeneta que dirige siete clubs de prostitución en Tenerife, el principal, Las Novias, que será en el que se centre la acción de la serie. Pero no sólo es un proxeneta, también es un filósofo capaz de escribir tratados sobre los vicios humanos, e intenta ( esto con menos éxito ) ser un amante esposo y padre de familia. Pero el papel en el que supera a cualquiera es en ser la encarnación del mal.
Controla sus negocios con la ayuda de varios sicarios tan carentes de escrúpulos como él, los más cercanos y peligrosos, Moises y Christian, dos hermanos que lo veneran y con los que forma una extraña familia. La llegada de Coral, una chica nueva muy diferente al resto, será el detonante para que todo se complique.
Pero Sky Rojo no es una serie con pretensiones sociales. Tampoco es realista ni mucho menos. Lo que se entrega es una serie de acción trepidante, una bomba, una descarga continua de adrenalina con pocos momentos de descanso. Sus escenarios, con mucho de western en los espacios abiertos, convierten el club en un lugar inimaginable, de una sofisticación imposible que roza la ciencia ficción, pero que nos coloca a una distancia de lo creíble que hace que la historia, con sus giros, sus iluminaciones narrativas, su acumulación, encaje a la perfección con el envoltorio.
Por supuesto, el contenido reivindicativo existe. Por un lado, la crudeza con la que retrata la trata de blancas deja poco margen para algo que vaya más allá de la repulsión. Por otro, si hubo algunas serie que de verdad empoderase a las mujeres, es esta.
Y que bien hecha está desde el punto de vista visual. Es brillante, cargada de colores y de movimiento, con unas cámara enferma y eficaz. Pocas veces me convencen las referencias inspiradoras que encuentran muchos críticos, pero si pudiésemos pensar en un Tarantino patrio, sin duda este sería un buen producto para él. Es difícil no quedarse enganchado a este viaje que parece fruto del ácido o de la locura.
Para redondear, tengo que decir que pocas veces he visto un conjunto de actores tan homogéneo y un nivel tan alto, con personajes tan difíciles. Verónica Sánchez es tan misteriosa como deseable, Etxeandia crea un verdadero monstruo, Auquer repugnante que es lo mejor que se puede decir dado su personaje, Lali Esposito y Yani Prado tan encantadoras como tiernas y divertidas, y Miguel Ángel Silvestre, potente. Todos ellos hacen creíble este comic cruel de tintes ochenteros.
Sí, sé que puede parecer cuestionable hacer un producto de entretenimiento con un tema tan doloroso. Ese es un debate para otro foro. Yo tengo que reconocer que la he gozado metiéndome en esta especie de atracción de feria, sin bajarme hasta el final. Y no se le puede achacar una visión complaciente. También sería hipócrita convertirla en un pasquín feminista. Pero en ocasiones hay caminos extraños que llegan a lugares imprevistos, y podría ser que a algunos, esta fuese la forma de que les llegue el horror de lo que hay detrás de tantos clubs de carretera.
Yo, simplemente, espero que haya tercera temporada y que esté a la altura de las dos primeras.
Público
Comentarios