Directores.-
Liz Tigelaard. Lynn Shelton. Nzingha Stewart
Intérpretes.-
Reese Whiterspoon. Kerry Washington. Joshua Jackson. Rosemarie Dewitt. Jordan Elsass. Gavin Lewis. Jaime Ray Newman. Jade Pettyjohn. Arika Noni Rose. Lexi Underwood. AnnaSophia Robb. Tiffany Boone. Huang Lu. Stevonte Hart. John Pirruccello. Byron Mann. Austin Basis. Derek Brandon. Jonathan Bray. Rachel Eggleston. Micah Nelson. Melanie Nicholls- King. Anahi Bustillos. Maggie Carney. Pedro Correa.
Duración.-
8 capítulos- 60`c.u.
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Conocía la novela de Celest Ng, un ejemplo de narrativa limpia y transparente capaz de convertir en thriller un análisis eficaz de la sociedad americana y los conflictos con los que convive.
En el entorno paradisiaco de una urbanización casi perfecta, donde, dentro de un aparente liberalismo, conviven familias también casi perfectas y con la obligación de aparentarlo, siempre existen fisuras, especialmente en esa intimidad que no se permite mostrar pero que forma parte del alma de sus ciudadanos.
Cuando una intromisión externa sacuda la situación, tendrán que salir a la luz los verdaderos sentimientos de muchos de ellos, la frustración, las heridas sin curar y, sobre todo la hipocresía.
El racismo es sin duda un problema capital, pero también lo es la competencia, la necesidad de ocupar el puesto más alto y de cubrir, mediante signos externos, la verdadera basura.
La trama gira en torno a dos mujeres muy diferentes, dos madres, una blanca y otra de color, una acomodada y que valora por encima la solidez de su existencia y la estabilidad, la otra en fuga permanente, intentando esconder en su arte las renuncias y el dolor de un pasado aun abierto. No recuerdo que la novela marcase tanto los contrastes, pero el modelo es muy eficaz en la serie. Manteniendo perfectamente el nivel de tensión necesario y graduando la información para que la sigamos con sencillez.
La puesta en escena es ágil y sofisticada, tanto como los fantásticos títulos de crédito. Pero lo más logrado son sin duda las interpretaciones. Es difícil no destacar a Resee Whiterspoon y a Kerry Washington en los personajes de las dos antagonistas, que nunca optan por lo fácil sino que crean a estas dos mujeres a base de matices, siendo capaces de mostrar la apariencia y dejarnos intuir su interior.
Pequeños fuegos en todas partes puede verse con un muy buen entretenimiento de calidad, sin duda, un melodrama que emociona, pero nos estaríamos perdiendo su segunda capa, mucho más rica y, sobre todo, mucho más necesaria para conocer el mundo en el que habitamos y dudar de si lo que nos cuenta está circunscrito a una cultura o es más universal de lo que nos atrevemos a pensar.
Público
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