240 páginas
Disponible en ebook
Continúa la publicación de la tetralogía estacional de Ali Smith.
El mismo tono, el mismo estilo que las anteriores. La autora, en piezas relativamente breves, construye las narraciones en dos niveles: por un lado, hay un realismo minucioso tanto en el entorno como en la meticulosidad con la que analiza la intimidad de sus personajes, por otro, un aire de distopía con elementos fantásticos ( en este caso, una niña/ ángel).
Lo chocante es que mucho de lo que parece distópico, no es más que la realidad, vista desde otro ángulo. Quien nos dice entonces que incluso lo fantástico no lo es.
¿Cuál es el objetivo? Smith a través de sus novelas ( ¿ son realmente novelas? parecen casi instalaciones literarias ), realiza un extraño y veraz relato de la Gran Bretaña actual. De sus problemas a afrontar, de los retos del futuro, de una sociedad desconcertada y en la que el brexit ha dejado, frente a la soberbia de algunos, un sentimiento de orfandad en los más débiles.
Comenzamos esta vez hablando de la información, de las redes como fuente deformadora, como monstruo devorador de la verdad. Desde ahí nos introduce en una preciosa historia de amor entre dos personajes opuestos, una culta guionista a punto de morir, y un director cinematográfico de éxito y nula cultura.
Todo parece caminar de una forma lineal hasta que se cruza con otra, la de una vigilante de un centro de refugiados en cuyo camino se cruza una niña que parece ser capaz de extraer de cada persona que conoce, algo tan desfasado e incluso desconocido como.... la bondad.
Encajan todas las piezas, pero si no, daría igual. Smith propone una obra cerrada en si misma, que bebe del absurdo y de la ciencia ficción, pero que, como ya he dicho, es una llamada de atención, una bofetada. También es literatura, muy buena literatura, en este caso, como crónica para enseñarnos otra forma de contar la realidad, y por supuesto, de entenderla mejor y poder afrontarla.
Esperemos el verano.
Público
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