CINE: RIFKIN'S FESTIVAL de Woody Allen


USA 2020

Wallace Shawn. Elena Anaya. Gina Gershon. Louis Garrell. Christoph Waltz. Sergi Lopez. Richard Kind.

Sé que llego tarde con esta película, pero todo tiene su explicación. Vamos a ello.

Hay a algunos directores a los que les guardo fidelidad, son aquellos que estaban en su mejor momento cuando empecé a descubrir el cine de una forma más consciente. Frente a los clásicos de siempre, ellos alimentaban mis propios clásicos, unidos muchas veces a momentos diferentes de mi vida. Felicidad en salas oscuras. Algunos, como Martin Scorsese o Steven Spielberg, siguen en muy buena forma, otros como Oliver Stone o Lawerence Kasdam llevan tiempo en silencio, otros han cambiado como Ridley Scott..... Y luego está Woody Allen.

Su cita anual, casi una película cada doce meses durante muchos años, hace que su filmografía sea inmensa. Recordando hoy todas las que he visto, llegaba a la treintena. Algunas buenas, otras muy buenas, pocas menos buenas y varias obras maestras, y sobre todo, originales siempre, vitales y con un amplio espectro que va desde la comedia al drama. 

Ha dibujado como Bergman, también se ha inspirado en Tenesse Williams y en Arthur Miller, ha utilizado coros griegos e influencias de Lewis Carroll, todas obras singulares. Pero hay un modelo que repite más a menudo y es el de la comedia de personajes alrededor de un personaje central, reflejo del propio Allen.

En los últimos años, ha viajado a Europa con sus historias, y tengo que decir que en su visita a España, ha realizado la que para mi es su peor película, Vicky, Cristina, Barcelona. Me pareció una falsa y desganada postal turística.

Cuando se estrenó Rifkin's Festival, rodada alrededor del Festival de Cine de San Sebastián, incluso la crítica española, generalmente benevolente con el director, habló de cansancio, de película floja. Y pensé que iba a encontrarme con otro fiasco, que a Allen no le sentaba bien nuestro país.

Pues finalmente, la he visto, y tengo que decir que posiblemente lo que voy a escribir tenga mucho que ver con moderar las expectativas, porque la sensación que me deja no es mala.

Está claro que la propuesta tiene mucho de postal, algo que quizás la justifique, pero San Sebastián es una ciudad tan preciosa, que se disfruta. Es interesante ver que el autor ha decidido volver a su modelo más tradicional, ese que antes citaba, y Wallace Shawn, como otros fueron antes, es ese judío neurótico e hipocondriaco, intelectual pedante con un toque cínico y perfil de perdedor.  Elena Anaya, encarna con su fragilidad ese sueño inalcanzable. El resto componen los personajes de una trama simple y narrativamente transparente, pero guiada con su habitual agilidad. No sólo eso sino que incluso hay una escena, la de la conversación telefónica de la doctora con su marido mientras el paciente escucha en la habitación de al lado, recuerda a otra similar ( y mejor desarrollada ) en Maridos y Mujeres.

Allen, aprovechando el cine como leiv motiv, aprovecha también para jugar a homenajear a algunos de sus mitos, Buñuel, Begman, Fellini, Welles... y lo hace con pequeñas viñetas en blanco y negro. Divertido como recurso, puede echársele en cara que las trate con cierta superficialidad. 

En general, Rifkin's Festival esta lejos de la genialidad de sus grandes obras y tampoco llega a la altura de otras donde funcionaba esa química llena de destellos que era su signo de identidad. Pero no tiene nada que moleste. Es una obra que esperemos sea sólo un pequeño divertimento, nada ofensivo, y que pronto podamos volver a sorprendernos con una obra mayor.

Yo le seguiré siendo fiel.

Público

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