ENSAYO: ORIENT EXPRESS. EL TREN DE EUROPA de Mauricio Wiesenthal

Acantilado

350 páginas

Disponible en ebook 

Supongo que lo correcto sería calificar esta obra como un libro de viajes. Sin embargo, lo que podría confundir es que, lo que realmente nos propone el autor no es tanto un viaje geográfico ( que existen en sus páginas, y muchos ) como un viaje también en el tiempo. Y en ambos casos, exentos de linealidad. No hay un punto de partida ni uno de llegada, más allá de poder otorgarle ese valor al principio del libro y a su conclusión.

El Orient Express es sin duda el tren por excelencia, ese que todos conocemos por referencias literarias y cinematográficas. Wiesenthal parece haber sido un ocupante asiduo, pero no sólo de él sino de los viajes en tren en general, de los que adora ese aura de ligereza, así como la trascendencia de los instantes de lo que allí ocurre, esa sensación de universo cerrado que cruza la historia de una punta a otra del continente europeo.

Reconozco que me cuesta entrar en los primeros capítulos. No consigo entender de que trayecto me está hablando, ni siquiera consigo definir claramente si el Orient Express es una línea concreta o realiza diferentes itinerarios o si estamos hablando de otros trenes. 

Sin embargo, pronto me veo atrapado en lo que inicialmente me parecía confusión, y me siento cómodo con la profusión de relatos, de pequeñas historias, de informaciones de lo más variopinto, que van creando un conjunto esponjoso y de una gran riqueza colorista y narrativa.

Me sorprende la erudición del autor, así como su biografía de relaciones diversas y de visitas a múltiples lugares. De hecho, en medio de la lectura lo busqué en la red para encontrarme con un personaje sorprendente a quien entiendo perfectamente como autor de esta obra donde hay mucho también de propia intimidad hacia lo que nos cuenta y nos dibuja. Cruzamos castillos y palacios, visitamos alcobas, conocemos a artistas como Coco Chanel, escritores como Ian Fleming y, por supuesto Agatha Christie, a reyes y princesas muertas....

El libro es un encantador y snob tratado sobre la decadencia, pero también un retrato plural de una Europa tan confusa real, de los tiempos en que todavía mantenía la esencia de la historia hasta una actualidad más prosáica. 

En los últimos capítulos, Wiesenthal opta por una línea más convencional y, de forma inteligente, nos ofrece el atisbo de una personal historia de amor frustrada, un romance a la altura de los que, sin duda, en tantas ocasiones han tenido lugar en los vagones del mítico tren, mientras por las ventanillas corría un continente que cabalgaba en el inexorable paso del tiempo.

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