CINE: AKELARRE de Pablo Agüero

 

España 2020

Amaia Aberasturi. Alex Brendemuhl. Daniel Fanego. Jone Laspiur. Daniel Chamorro. Iñigo de la Iglesia. Yune Nogueiras. Elena Uriz. Asier Oruesagasti. Garazi Urkola. Irati Saez de Urabain. Lorea Ibarra.

Akelarre se estrenó en el Festival de San Sebastián y tuvo una carrera interesante en los cines hasta los Goya, donde triunfó en las categorías técnicas. Aunque con retraso, como me alegró de haberla visto finalmente. 

En tierras vascas, durante el siglo XVI, un mandado del rey, intenta limpiar de brujas una comarca donde parece multiplicarse el culto al demonio. Son aldeas donde los hombres, marineros, pasan lejos casi medio año, y las mujeres tienen que soportar ese tiempo en soledad. Eso las convierte seguramente en más dueñas de su destino, pero también más vulnerables ante la crueldad de las autoridades que intentan doblegar aquello que no pueden comprender.

La historia, muy bien escrita, no se parece a otras que habíamos conocido sobre episodios históricos parecidos. El guion meticuloso, no busca la grandeza épica sino el combate intelectual, el desarrollo inteligente sobre como esas cinco chicas prisioneras intentan retrasar su condena hasta que se produzca el regreso de los hombres. Lo hace con unos diálogos rigurosos y unos personajes muy bien dibujados, además, consigue crear líneas de duda abiertas hacia la realidad del mal y el peligro de la libertad. Además, en este modelo, elude la necesidad de producción de las cintas históricas y la sustituye por una narración oscura de luces y sombras en la que Pablo Agüero trabaja los encuadres con un preciosismo estético digno de una gramática visual muy elaborada.

En un conjunto de protagonistas liderado por el grupo de muchachas, destaca la belleza, la precisión y la frescura de Amaia Aberasturi. Son todas ellas las que hacen tan creíble su dolor y su miedo.

Akelarre es más un cuento que una novela. Un cuento oscuro y triste, pero también vital y brillante. Y como todos los cuentos, hay una lección final, que en este caso se convierte en homenaje, a las mujeres que luchan por su libertad o mejor dicho que son libres, a su inocencia y su hermandad, a su sacrificio. Agüero las respeta, las admira y les regala un final tan hermoso como inesperado.

Una película importante, muy muy bien hecha, y que descubre una actriz a tener muy en cuenta y un director al que habrá que seguir. 

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