Javier Hernández- Simón
Intérpretes.-
Laia Marull. Aurora Herrero. Marta Gómez. Silvana Navas. Sara Cifuentes. Oscar Zafra. Alex Gadea. Fernando Huesca. José Fernández
Mariana Pineda es una de las primeras obras de García Lorca. Frente a lo que luego alcanzó en teatro su autor, esta es, creo, una obra menor, un pequeño romance en el que sin duda está la belleza de su lenguaje, pero también cierta antiguedad.
Precisamente, uno de los aciertos de esta representación es que justifica con creatividad la duda sobre el sentido que tiene la reposición de esta pieza.
Lo primero que se plantea el director es afrontar esta Mariana desde el interior del personaje. La sensación es que todo podría estar sucediendo casi como un recuerdo abstracto, de ahí la adecuación de ese original escenario, con puertas que son barreras y esa estructura roja que es telar o celda. La trama se convierte realmente en el arco del personaje principal, ese viaje íntimo y difícil, desde ese amor que ella cree que la libera pero la tiene realmente presa, hasta la verdadera libertad, con su empoderamiento y su soledad. Quizás convendrá en la versión perfilar un poco más esa línea que va de un lugar a otro.
En lo que se refiere a la puesta en pie, ya he hablado del escenario. Acompaña un movimiento con ecos de flamenco y de oscuridad. Casi es una instalación. Muy atractiva estéticamente. Lo único que me sorprende es que en una propuesta tan cuidada, el fandango que abra el acto de la cárcel, musicando el poema de Lorca Herido de amor, esté tan mal cantado.
En resumen, un espectáculo interesante en que además se ha conseguido que pueda sonar actual una pieza de ropero. Buen teatro.
Público
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