Dirección.-
Aitor Gabilondo. Félix Viscarret. Oscar Pedraza.
Intérpretes.-
Elena Irureta. Ane Gabaraín. Loreto Mauleon. Susana Abaitua. Mikel Laskurain. José Ramón Soroiz. Jon Olivares. Eneko Sagardoy. Iñigo Arámbarri. Javier Beltrán. Alvar Gordejuela. Nagore Aramburu. Manuel Morón. Alba Brunet. Jesús Gallo. Begoña Maestre. Bruno Martín. María Isabel Díaz. Marcel Borrás. Lander Otaola. Fernando Guallar. Mario Mayo. Patxi Santamaría. Johanna Wallmeier. Adolfo Fernández. Txema Blasco.
HBO
Duración.-
8 capítulos- 50' c.u.
Fernando Aramburu ya había sido muy explícito en su lectura del conflicto armado en el País Vasco con una colección de cuentos que debería de releerse a la sombra de Patria, Los peces de la amargura.
Patria es sin duda una excelente novela, pero creo que su éxito va bastante más allá de su alta calidad literaria: es una crónica atrevida del horror que se vivió durante muchos años en esa comunidad, del nivel de rabiosa injusticia que tuvieron que sufrir las víctimas sólo por ser señalados, con una saña que no les abandonaría ni muertos, la absoluta invasión del miedo hasta las relaciones más personales, la onda expansiva del horror y, en definitiva, como la vida íntima, privada, de cada uno de los habitantes de cualquier ciudad, pueblo, aldea, del País Vasco, se tenía que adaptar a la vida política dictada por otros. Hacer protagonistas a dos madres era otra forma de elevar a héroes a quienes más tuvieron que sufrir en silencio.
Sentíamos que leerlo y compartirlo era una forma de reivindicar a todas las víctimas. Sentíamos casi orgullo de que esa novela existiese. Además, nos mostraba que las víctimas eran muchas más de los que pensábamos, que no sólo los muertos quedaban marcados para siempre.
Lo mejor que se puede decir de la serie es que es un perfecto reflejo del libro. Muy muy bien escrita, en diferentes piezas que van encajando manteniendo la tensión narrativa, construyendo a todos sus personajes en toda su complejidad y humanidad. Realizada con precisión, con rigor, en una caligrafía elegante, al servicio de lo que se cuenta. Su dibujo del País Vasco es magnífica, captando toda su textura, su humedad y su calidez, su singularidad y su fuerza.
Pero personalmente creo que lo que verdaderamente hace grande Patria la serie, son sus intérpretes, es impresionante la colección de creaciones que hacen todos y cada uno de los actores y actrices que componen el extenso reparto y casi todos prácticamente desconocidos para mi. Son ellos la verdad de esta propuesta, de lo que se narra, de lo que siente. No puedo evitar, sabiendo que es injusto, destacar a Elena Irureta, hasta entonces una buena secundaria y ya una grande.
Todo esto, hace que Patria sea un recuerdo necesario y justo de la historia, un homenaje y una crónica, nos recuerde que lo vivimos, aunque fuese de lejos, que fue cierto. Y que en ese abrazo final, se nos suelte la emoción por tanto dolor, por tanta necesidad de paz, de soñar en futuro que tanto añoraron muchos.
De la estupidez manipuladora del cartel que HBO convirtió en lonas publicitarias, no voy a decir nada. No merece la pena. No empaña una serie excelente.
Público
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