NOVELA: COMO POLVO EN EL VIENTO de Leonardo Padura

 

Tusquets

670 páginas

Disponible en ebook.

Padura se dio a conocer en nuestro país con sus novelas policiacas, protagonizadas por un policía con un nombre tan sorprendente para los lectores españoles, Mario Conde, y que reflejaban la realidad decadente y desencantada de una Cuba amada y llorada por sus protagonistas.

Después, sorprendió con El hombre que amaba a los perros, una magnífica novela histórica. 

Ahora, Como polvo en el viento, se recibe como una novela pegada a su propia historia. Su obra más sincera. Sin embargo yo recuerdo otra, La novela de mi vida, creo que se llamaba, donde ya estaba el tránsito del entusiasmo a la decepción, y el exilio. Allí había mucho corazón.

La diferencia entre ambas es, tengo la sensación, que Padura se ha propuesto escribir una gran novela, eso que llamamos un novelón. Y lo es por tamaño pero también por geografía, personajes y tiempo.

Alba y Marcos, cubano recién llegado a Miami y neoyorkina de ascendencia cubana, se conocen y se enamoran. Una coincidencia a través de una fotografía, nos llevará a saltar al pasado y conocer la vida de un grupo de personajes que soñaron con las bondades de la revolución, pero que fueron poco a poco bajándose del sueño, cada uno en una dirección.

Padura se detiene en la vida de cada miembro de este grupo de amigos, con dedicación y detalle, creando un tapiz muy grande y muy rico. Como núcleo, una incógnita, una verdad desconocida que supuso el comienzo de la ruptura.

Igual que comentaba hablando de La novela de mi vida, aquí hay mucho corazón y mucha verdad. El autor también es un gran narrador y está a la altura de su ambición. Eso sí, veo algunas pequeñas pegas: por un lado, cuando en una gran historia se integran diferentes historias, hay siempre unas más interesantes que otras, o  que cuando llegan ralentizan el nudo central. También, con respecto a ese nudo, creo que no tiene la suficiente entidad para sostener toda la trama y cuando se desvela carece ya de fuerza dramática, Pero tampoco hace falta, porque la trama avanza ( salvo en algún apartado, personalmente me podría haber ahorrado gran parte de la historia de Elisa ) gracias a la vida de estas personas, porque lo cierto es que Padura consigue que no sean personajes sino seres humanos.

Me gusta Padura por regla general. Comprendo y empatizo con su historia. Tiene derecho a contarlo y lo hace muy bien. Y me encanta que esta novela esté vendiéndose tan estupendamente. Ahora, por favor, no tarde en devolvernos a Conde, lo echamos de menos.

Público

Comentarios