CINE (CORTOMETRAJE): LA VOZ HUMANA de Pedro Almodovar

 

España 2020

Tilda Swinton

Duración: 30 minutos.

La voz humana de Jean Cocteau, es un texto icónico, representado infinidad de veces. La última que recuerdo es en el Pavon Kamikaze por parte de Ana Wagener. No es la primera vez que llega al cine, El Amor de Roberto Rosellini era un torrente de desesperación desde el rostro de Ana Magnani. Para Almodovar fue siempre una referencia, no sólo de forma explícita en La ley del deseo y Mujeres al borde de un ataque de nervios, sino también en su fijación por esas mujeres fuertes enamoradas de hombres inferiores y finalmente abandonadas. El dolor que, por ejemplo, transmitía de forma transparente Marisa Paredes en La flor de mi secreto.

Tenía por lo tanto que llegar aquí. Y llega cuando se puede permitir lo que quiera: rodar un film de treinta minutos y que no sólo se estrene en las salas sino también, nada menos que en sesión especial en el Festival de Venecia.

También puede involucrar a una actriz fetiche de la modernidad, Tilda Swinton, que se entrega totalmente. Y rodar por primera vez en inglés. Pero sobre todo, creo que lo que se ha permitido Almodovar es crear un artificio lujoso, con un nivel de producción nunca visto en un producto de esta duración. 

La voz humana es casi un autohomenaje ( no sólo en lo estético, los libros y las películas en el apartamento son referencias personales sin duda, Lucía Berlín, Alice Munro, Tarantino... ). Tiene impreso el adn de su director desde sus magníficos títulos de crédito hasta el esteticismo extremo y cuadriculado. Y frío. Porque, sin duda, es una magnífica idea enseñar las costuras. Ese decorado y esa nave vacía ahonda en la sensación de soledad. La adaptación libre reduce mucho el texto y regala a sus protagonistas, y de algún modo a todas las mujeres a las que ha hecho sufrir en sus películas anteriores, un final feliz. Pero lo que no nos da es pasión, desgarro, dolor. El envoltorio es lo principal, un magnífico envoltorio, el concepto de representación sacrifica, creo que conscientemente, el nivel visceral en que escribió Cocteau.

La voz humana es gozosa desde el punto de vista sensorial ( la música de Alberto Iglesias también es fantástica ), pero siendo casi necesaria para entender a su autor, es menor. Algo así como un carísimo capricho.

Público

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