CINE: EL JUICIO DE LOS 7 DE CHICAGO de Aaron Sorkin

 

USA 2020

Eddie Redmayne. Sacha Baron Cohen. Mark Rylance. Frank Langella. Joseph Gordon Levitt. Jeremy Strong. John Carroll Lynch. Alex Sharp. Yahya Abdul Mateen II. Michael Keaton. Ben Shenkman. JC MacKenzie. Noah Robbins. Alice Kremenbelrg. Danny Flaherty. John Doman. Mike Geraghty. Kelvin Harrison Jr. Caitlin Fitzgerald. John Quilty. Max Adler. Wayne Duvall. Damian Young. CJ Wilson

El cine de grandes juicios mediáticos es casi un subgénero por si mismo dentro del cine americano. Existen por supuesto también películas sobre juicios pequeños, más cercanos al thriller. Pero lo que de verdad entusiasma en ese país, son los grandes, aquellos que marcaron la historia y que supusieron , de alguna manera, un David contra Goliat.

Bien, no es sólo allí. A todos nos gusta empatizar con esas víctimas, sentirnos protagonistas de una injusticia y posicionarnos. Es un cine que, aunque muy racional en su estructura, llama a nuestro lado más emocional y, si como en este caso, está bien hecho, nos pone en pie.

El juicio de los 7 de Chicago recoge una época muy importante en los EEUU, los años 60, los primeros intentos de ingenua revolución, las protestas contra Vietnam.... y allí coincidían los nuevos hippies con los estudiantes colectivos y militantes, los Panteras Negras con padres de familia que querían para sus hijos un mundo mejor. Martin Luther King había sido asesinado hacia poco y la lista de jóvenes sacrificados en la guerra en Asia no paraba de crecer.

La manifestación en Chicago frente a una convención republicana para reclamar otra forma de hacer política, terminó con ocho de sus líderes detenidos y acusados de conspirar contra la seguridad nacional. Lo que el gobierno intentó dramatizar como un castigo ejemplar a los rebeldes, terminó siento una bofetada al sistema y el inicio de muchos cambios necesarios.

Sorkin escribe y dirige la historia  Lo hace con rigor y mano firme para conseguir que una cinta coral con tantos personajes se desarrolle de forma fluida y comprensible, que con pocos elementos tengamos una visión precisa de cada uno de ellos, que sintamos ese ansia de justicia ante la flagrante injusticia y nos hagamos parte de la historia. 

Todo funciona a la perfección, a base de detalles en apariencia menores, lo que convierte una película que podría ser ruidosa, en una obra delicada. Y gracias a un excelente montaje, se evita la claustrofobia que puede acompaña r a este tipo de narraciones.

El director bebe de los clásicos y, como he dicho al inicio, este es un género clásico en USA. Nos remite al cine de los setenta y ochenta de Pollack o Pakula, cuando decidieron que los años sesenta tenían ya suficiente antiguedad como para contarlo en forma histórica. Podría ser uno de ellos. Porque hay algo muy importante y que comparto con todos ellos: pueden existir las injusticas, puede manipularse la historia, puede parecer que alguna vez ganan los malos.... pero por encima de todo ello, para dar fe de la verdad y salvarnos del olvido, siempre, siempre nos quedará el cine. 

Público

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