TEATRO: VANIA ( ESCENARIO 0 ) de Anton Chejov/ Alex Rigola

 

Versión y creación.-

Alex Rigola.

Dirección.-

Carlota Ferrer.

Intérpretes.-

Luis Bermejo. Gonzalo Cunill. Irene Escolar. Ariadna Gil.

Mi amor por el teatro nació en la televisión. En los años setenta y ochenta, era difícil en provincias tener una cartelera interesante de espectáculos teatrales. Estudio 1 era la única referencia. Nunca entendí que ninguna cadena retomase este tipo de producciones. Creo que habría sido casi una obligación cultural para las cadenas públicas. Dos mujeres, Irene Escolar y Barbara Lenie, que se ve que además de excelentes actrices son emprendedoras, han aprovechado el confinamiento para idear Escenario 0, con lo que el teatro vuelve a tener un lugar en las pantallas. Muy de agradecer. Y con dos matices que lo hacen aun más interesante:

En primer lugar se trata de producciones que han estado recientemente en escenarios, de propuestas arriesgadas y novedosas. Es un buen muestrario de lo que se ha hecho en España en teatro en las últimas temporadas.

En segundo lugar, no se limita a la filmación de la representación, y de hecho cuenta con un nuevo director del proyecto inicial en cada caso. Utiliza las bondades del audiovisual para darle otra dimensión más allá del teatro filmado.

Alex Rigola es un innovador teatral del que he visto cosas que me han gustado muchas y otras no tanto. En ocasiones trabaja con textos de autores clásicos. Chejov es uno de ellos y Vania estuvo en Madrid en los Teatros del Canal, en una caja íntima para un público reducido. Aquí se abre a un espacio amplio, un bosque donde tienen lugar los cincuenta minutos que dura la pieza. Y la verdad es que ese silencio forestal, esos paisajes naturales y los detalles delicados, son un escenario perfecto para la melancolía del autor.

La pregunta que debemos hacernos ante cualquier propuesta sobre un clásico es, ¿conserva la esencia de su creador?, la respuesta es positiva en este caso. Rigola hace una especie de condensación: de la obra original extrae los cuatro principales personajes, eliminando el resto, y los manda a una excursión por el monte, elimina el vestuario de época y los denomina con el nombre original de los actores. Pero sobre todo, selecciona los momentos más importantes de Tío Vania, aquellos que llegan al corazón y que expresan toda la melancolía y la triste belleza que conseguía transmitir el escritor ruso. Por lo tanto su esencia está ahí, incluso con más potencia al estar concentrada. En cincuenta minutos sufrimos el amor no correspondido, la decepción de mirar al pasado encontrando sólo vacío, el desconcierto de sentirse intrascendente en su propia vida.... 

Importante que la palabra, el instrumento esencial en este caso, esté en boca de cuatro actores excelentes, capaces de transmitir ese dolor ante la existencia, la infelicidad como forma de vida. Su naturalidad y su verdad, dan grandeza a la propuesta. No hay intrascendencia cuando atisbamos la profundidad que da al texto cada entonación, silencio, mirada. La fragilidad de Ariadna Gil, el dolor de Bermejo, el triste cinismo de Cunill y la inocencia de Irene Escolar, quien termina con ese párrafo que siempre me ha parecido uno de los textos más conmovedores que se han escrito. 

En tiempos de pandemia hemos aprendido otras formas de disfrutar la cultura. Gracias a la oferta de National Theatre at Home, esos días de encierro pudieron abrirse a algunas de las mejores representaciones teatrales del teatro británico. Este Escenario 0 tiene otra perspectiva pero consigue lo mismo. Está bien, tenemos que acostumbrarnos, ya lo he dicho alguna vez, a nuevas plataformas y nuevas formas de ver las cosas, pero por favor, que no sea un sustitutivo, sigamos cuando podamos, acudiendo a las  salas, habitándolas, aplaudiendo en directo. No se puede perder. Que sea desde esas tablas desde donde se alimenten estas pantallas.

Público    



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