TEATRO: FRANKESTEIN de Nick Dear ( sobre la novela de Mary Shelley)

Director.-
Danny Boyle
Intérpretes.-
Benedict Cumberbatch. Jonny Lee Miller. Lizzie Winkler. Karl Johnson. Daniel Millar. Naomie Harris. William Nye. George Harris. Ella Smith. John Stahl. Andrea Padurariu. John Killoran. Mark Amstrong. Martin Chamberlain.

Seguramente debería releer Frankestein.
Lo hice poco después que Drácula, una novela que adoro. La de Mary Shelley me pareció una muy buena idea pero no desarrollada de forma suficiente. Quizás, pienso ahora, su carga filosófica y simbólica es mucho más importante que la narrativa.
El hecho de que una obra de teatro me haga repensar la novela en la que se basa, es una buena señal.
No es fácil enfrentarse a un texto o personaje tan icónico, todos tenemos un Frankestein en mente, todos también hemos ido diluyendo al monstruo en una mascota merecedora de ternura.
Posiblemente hayamos perdido la esencia.
Este Frankestein teatral, que tendrá lugar en un extraño, inteligente y evocador escenario, poblado de luces y sonido, comienza con la criatura surgiendo de su bolsa como una crisálida. A partir de ahí, durante unos diez minutos, desnudo, le vemos aprender a ponerse en pie y a caminar, Son movimientos entre infantiles y epilépticos, violentos, agresivos. No es fácil contemplarlos pero suponen una inmersión inmediata en la historia.
No hay previo, no sabemos nada de la gestación, en esta parte, la presencia de Victor Frankestein será meramente circunstancial.
La criatura comienza ahí un viaje sin rumbo. Le llevará a saberse un monstruo, pero también a incorporar el conocimiento suficiente para saberse un humano.
La segunda parte comienza ya con el reencuentro. Y a partir de ahí, toda la carga filosófica de la historia, presentada de una forma narrativa perfecta.
Hay muchos factores que convierten esta representación en fascinante:
En primer lugar, la adaptación del texto, su dramatización, es perfecta. Estructurada, como ya he contado, en dos partes perfectamente diferenciadas, además coloca los bloques de información necesarios por distintas vías para que la historia avance con fluidez.
La dirección consigue un clima gótico propio y escenas espectaculares. El ritmo es muy cinematográfico, no en vano, Boyle, nacido profesionalmente en el West End, es ya también un excelente director de cine. Le ayuda un trabajo escenográfico que ya he descrito como excelente, hipnótico y totalmente al servicio de la obra.
Y luego está la interpretación. Cumberbatch y Miller se turnan los personajes protagonistas. He decidido ver la representación que tiene al primero como la criatura. Su creación es brutal, con un esfuerzo físico impresionante pero también la expresividad necesaria en cada gesto facial y en cada palabra. Es capaz de transmitirnos perfectamente lo que esconde un verso que adoro de Rilke "todo lo horrible es algo que busca ser amado".
También Miller cumple a la perfección en su personaje, pero creo que la representación es siempre del monstruo.
Por lo tanto y por concluir, esta novela que en su día no terminó de convencerme, la recibo ahora como una obra de teatro impactante y potente, donde hablamos de un hombre que quiere convertirse en dios y al final ni siquiera sabe amar, cuando quizás fuese amar lo que le acercaría a la divinidad; también sobre la soledad como el dolor más brutal del ser humano, la necesidad de ser alguien para alguien.
Un ejercicio teatral magnífico en todos los sentidos.
Finalmente, algo que agradecer. En tiempos de pandémia El National Theatre Británico, se une a quienes han decidido compartir producciones en abierto, cambiándolas semanalmente.
Estas semanas en las que creía que iba a tener que afrontar el mono, se han convertido en una oportunidad fantástica para acceder a producciones perdidas.
Posiblemente haya servido para descubrir otra forma de ver teatro, como en su día llegó otra forma de ver cine. Pero echo de menos la butaca.
Hay amores que son eternos.

Público

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