NOVELA: SALVAR EL FUEGO de Guillermo Arriaga

Alfaguara
665 páginas
Disponible en ebook.
Premio Alfaguara de Novela 2020

De Guillermo Arriaga no conozco sus anteriores novelas, pero sí los guiones de las tres películas puzzle que compuso para que los dirigiese Iñarritu. Una trilogía que mostraba con crudeza las situaciones límite a las que la vida podía llevar a cualquier ser humano.
Cine y literatura exigen distintos lenguajes, aun así, aquí se encuentran dos características que también estaban en los textos escritos para la pantalla:
Por un lado, es una obra compuesta por piezas, y no siempre lineales en lo que se refiere a lo temporal. La historia nos llega por tres voces, dos de ellas en primera persona. Conviven, el presente de los personajes, con el pasado cuando este es necesario para entender sus actuales circunstancias. En general por lo tanto, un pequeño rompecabezas que, de todas maneras, se monta con facilidad.
En segundo lugar, sí existe también una continuidad con sus trabajos precedentes en la temática.
Una vez  más, la violencia es el motor de toda la trama, una violencia irracional, inesperada muchas veces, brutal. Una violencia que surge de lo más primitivo del ser humano. Que es núcleo, tema, sangre. Casi la esencia de un país y por ende de quienes lo habitan. México, del que luego hablaremos.
Y una vez más, la casualidad es, en muchas ocasiones, la aguja que cose a seres humanos dispares y que nunca deberían de haberse conocido, para hacerles jugar en el mismo tablero.
Arriaga amplió en Babel su campo de acción, en su guion más universal.
Aquí se centra en México. Un paisaje cruel y brillante, tan plural que podría ser un planeta en si mismo.
Es ahí, donde un hombre dolorido por una infancia cruel, encarcelado por el asesinato de su padre, conoce y se enamora de una burguesa con pretensiones culturales.
Es ahí también donde esta niña bien de educación cosmopolita se siente invadida por una pasión animal hacia él.
Y es ahí donde quienes les rodean se verán envueltos en lo torrencial de su experiencia.
El recorrido de su historia de amor, siempre al borde de la tragedia, traza un país que es el paradigma de la desigualdad social y por lo tanto la cuna de la furia. Un texto que se supone escrito por el protagonista, sobre el miedo, define a la perfección la mayor peste de la nación centroamericana. Y por supuesto, no podía faltar el narcotráfico y el crimen organizado como corrientes subterraneas y siempre presentes..
El título deja clara la decisión de los amantes, parte de la frase de alguien a quien le preguntaron que salvaría de su hogar en caso de incendio y respondió "el fuego".
Como dije antes, Salvar el fuego es una novela densa y larga, llena, contada con un lenguaje barroco y expresivo, y con muchas derivadas.
Sólo me sobran los excesos en las descripciones de la vida sexual de la pareja protagonista, aunque tampoco chocan tanto en una novela de puro exceso.
Por lo demás, es una lectura que encaja a la perfección con su propia esencia, que te golpea, te alcanza, te envuelve.
Una buena novela, y, volviendo al inicio, hay mucho de cinematográfico en sus páginas, especialmente en su "montaje" y en la graduación de los efectos.
Arriaga es en definitiva un contador de historias. Buen contador de historias fuertes. Cuando además los tiñe con los colores brillantes y agresivos de su país, el resultado es difícil que no nos atrape hasta el final.

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