515 páginas
Disponible en ebook.
Cuando leí el primer libro de esta trilogía, No está solo, desconocía que iba a tener continuación.
El Ángel fue por lo tanto una sorpresa.
En ese caso, sí, dado el abrupto final, supe que llegaría una tercera.
Y puedo comenzar diciente, como creo hacer dicho ya alguna vez, que es una de esas ocasiones en que llego a la conclusión de que los caminos de lector y editor son, en muchas ocasiones, inescrutables.
Estamos asistiendo en los últimos años a la proliferación del éxito de la novela negra con continuidad. Desde que Stieg Larsson pareció inventar la novela serie, no hay proyecto de este estilo que no salte a los primero puestos de las listas de libros más vendidos.
Como se explica entonces que una trilogía tan apasionante como esta, tan extraña a todo, tan sorprendente y tan bien escrita, pase casi desapercibida.
Colomba y Dante son dos personajes que pueden compartir galería perfectamente con la chica de la caja de cerillas y su amigo escritor o con la loba roja y acompañante.
Perfectamente dibujados, son una pareja desubicada y llenos de dolor que guardan en su interior muchas deformaciones pero también una gran capacidad para producir ternura.
Su odisea ( sobre la que voy a ser críptico porque es difícil hablar de ella sin desvelar algo ) es tan cruel como maquiavélica, casi con tintes mitológicos en un arco temporal intenso que tiene mucho que ver con las heridas de Europa.
Desde el impacto del primer libro de la serie, el segundo, también muy bueno pero posiblemente el más convencional, llega el cierre a la altura de lo esperado.
Digamos que nos encontramos con los mismos problemas que en la mayoría de novelas de continuidad:
Lo ideal sería leerlas seguidas, algo que no ocurre por editarse con cierta distancia una de otra.
En tantas páginas da tiempo a hacer todo tan complejo que difícil es tener la sensación de que no quedan algunos cabos sueltos. Aunque también existe la posibilidad de que el autor se limite a darnos la masilla para que cerremos nosotros los agujeros, y a asumir que siempre queda una capa a la que no se puede llegar y sólo se intuye.
Pero en este caso, lo positivo es que en ningún momento la historia pierde tensión y no existen páginas de relleno.
Leo en declaraciones de su autor que habla del fin de la novela negra y el nacimiento del thriller. No puedo compartirlo. Su largo thriller es una evolución sobre l modelo clásico de género y la morfología de sus personajes, un catálogo de referencias de los héroes y los villanos de antaño adaptados al día de hoy. De hecho, en las tres entregas he tenido la sensación de que estaban empapadas de los cuentos oscuros de la infancia. A fin de cuentas, posiblemente el robo de la infancia sea de lo que trata esta aventura.
Lo dicho, me declaro fan absoluto de la trilogía cruel de Dazieri. No me importaría que hubiese cuarta parte.
Público
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