TEATRO: JULIO CESAR de William Shakespeare

Versión y dirección.-
Paco Azorín
Intérpretes.-
Tristán Ulloa. Mario Gas. Sergio Peris Mencheta. José Luis Alcobendas. Agus Ruiz, Pau Colera. Carlos Martos. Pedro Chamizo

Varias consideraciones antes de entrar a hablar de esta representación:
En primer lugar, puede extrañar que comente ahora una función de hace varios años. Pues bien, bondades del confinamiento y generosidad de los productores teatrales. Como ya ocurrió con la Fedra de Paco Bezerra, estos días que podrían ser de sequía teatral, están sirviendo para descubrir otra forma de ver teatro, que además permite revisar obras que en su día perdimos.
Prometo volver a las salas. En cuanto pueda. Pero mientras tanto, bendito sea este regalo.
En segundo lugar, este es un espectáculo pensado para el Festival de Mérida. para representarse en ese anfiteatro monumental. La versión que está on line es la traslación que posteriormente se hizo al Teatro Bellas Artes de Madrid, un escenario mucho más reducido.
Desconozco las consecuencias de las limitaciones espaciales sobre la propuesta inicial.
Y ahora vamos ya a la obra:
Julio Cesar es un texto importante dentro de los muchos textos importantes de Shakespeare. Habla del poder, con claridad y reconociendo sus ambiguedades, y viste la reflexión con ese lenguaje fluido y hermoso que empapa todas sus obras. Quizás es la que mejor fusiona poesía y razón.
Comienza poco antes del asesinato de Cesar, cuando ya se está fraguando la conspiración, como respuesta a las ambiciones imperiales del regente, y termina con la muerte de Bruto, aquel hijo que posiblemente constituya el personaje más puro de la historia.
El centro es el discurso de Marco Antonio, que aquí Peris Mencheta recita con fuerza y brío, pero hay muchos otros momentos, palabras, recitativos, a recordar.
Lo que sin duda se le debe de pedir a quien afronte un texto del inglés ( y también de cualquiera de nuestros clásicos ) es que, haga lo que haga, permita que fluya la palabra.
Recuerdo hace unos años otra versión de esta obra dirigida por Alex Rigola. Posiblemente su inventiva visual podría calificarse de genial. Pero era tal la complejidad de la propuesta que era difícil escuchar respirar a las palabras.
Azorín baja un escalón. Es humilde.
Su Julio Cesar es sobre todo eficaz.
Con un vestuario contemporaneo y un apoyo audiovisual no demasiado logrado, la obra no propone grandes hallazgos. Pero como pedía antes, el texto fluye a la perfección en la voz de unos autores más que eficaces.
Problemas como es habitual, en la resolución de las escenas de las batallas.
Creo que posiblemente este sea un Julio Cesar que cumpla la misión de acercar la obra al público con mucha más accesible, más directa, consiguiendo con ello un público más amplio.
En definitiva, una representación correcta para un texto al que siempre merece la pena volver.

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