Iván Massagué. Zorión Eguileor. Antonia San Juan. Emilio Buale. Alexandra Masangkay. Eric Goode. Algis Arlauskas. Miriam Martín. Oscar Oliver
¿Cual es la causa de que, en un planeta en el que se derrochan alimentos de forma compulsiva en nuestro entorno, siga existiendo gente que muera de hambre? ¿ como puede el ser humano vivir sin avergonzarse de esta paradoja?.
Esas son algunas de las preguntas que parece haberse hecho el autor de El Hoyo, una sabia y cruel distopía, género extraño en la producción cinematográfica española.
La respuesta es una bofetada a esa pretendida solidaridad que parece aparecer cada vez que nos sacude una catástrofe, una solidaridad que, sin embargo, no somos capaces de aplicar en nuestro día a día.
El hoyo es una especie de torreón ordenado por niveles y cuya única relación es una mesa repleta de alimentos que baja desde el nivel cero y va siendo devorada a placer en cada uno de ellos, mermando, a medida que desciende.
La tiranía alimenticia y el desprecio de los de arriba hacia los de abajo se combina con otros dos factores. Por un lado el hecho de que cada equis tiempo, los habitantes cambien de nivel, conociendo todos el horror de estar muy abajo y henchidos e venganza y rencor al alcanzar estratos más elevados. Por otro, el hecho de que cada cubículo esté habitado por dos personas, con la consecuente necesidad de establecer una convivencia soportable.
La lectura de Gaztelu- Urrutia no puede ser más cruel.
La cinta roza el género de terror al elevar el nivel de brutalidad que puede alcanzar el ser humano hasta horrores como el canibalismo.
Pero, aunque parezca extraño, el guion consigue establecer matices sutiles en las diferentes relaciones y plantear una lectura inteligente, alejada del trazo grueso.
Uno de los factores que destacan en El Hoyo es sin duda su producción. La factura está a la altura de cualquier película de género rodada con el presupuesto necesario, a lo que se une un muy acertado diseño estético.
Pero además, y sobre todo, El Hoyo está muy bien escrita.
Como es imprescindible en la ciencia ficción, consigue crear un mundo propio, con sus propias normas, y habitarlo con unos personajes que componen un inquietante y rico microcosmos No será la primera película del género en la que no todo queda claramente explicado, no es necesario. Mientras sean de las que sí consiguen sorprender de forma continua y establecer una narrativa tan coherente como apasionante.
En definitiva, El Hoyo me parece un logro. Una apuesta interesantísima, una obra casi redonda hecha con mucho conocimiento técnico y una caligrafía muy elaborada.
Posiblemente influya mi querencia por el cine de ciencia ficción, pero so también me hace más exigente con el género.
Una grata sorpresa.
Por último, decir que, es cierto, estos tiempos de confinamiento me están ayudando a retomar cintas que se me habían quedado en el camino. Pero que ganas tengo de volver a las salas , ¡ que ganas!. Esperemos que sea ronto.
Público
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