CINE: EL HOTEL A ORILLAS DEL RÍO de Hong Sang Soo

Corea del Sur- 2019
Gi Ju Bong. Kim Min Hee. Kwon Hae Hyo. Song Soon Mi. Yu Jun Sang.

Las películas de este director coreano, tienen mucho de pequeños milagros. Narraciones en apariencia mínimas donde se genera su propia realidad, una realidad intrínseca donde la linealidad del tiempo pasa a ser algo secundario.  Parece, en muchas ocasiones, que lo que sucede ocurre en diferentes planos que simplemente se cruzan en ocasiones. Y lo hace con una ligereza que consigue que lo que es en esencia artificial, parezca carecer de todo artificio.
Podríamos hablar de un poco de magia o de delicada poesía, siempre vinculadas a lo audiovisual. Obras que son pequeños poemas para personajes perdidos.
El hotel a orillas del río cumple con esas premisas pero con ligeras variaciones que lo presentan como un paso adelante, quizás el principio de un cambio que evitará que el director llegue a repetirse.
El protagonista es un poeta que, invitado por el dueño de un hotel, está pasando un tiempo indefinido en un hotel en medio de la nieve. Allí irán a visitarle sus dos hijos y allí coincidirá también con dos mujeres. Una de ellas reponiéndose de un fracaso amoroso, la otra, acompañando a la primera.
Esta pareja, cuya aparición en la nieve eleva la percepción del protagonista a una visión casi angelical, acompañará al poeta, de una forma extraña que, una vez más, y en especial en el final, nos llevará a dudar de que ambas historias estén ocurriendo totalmente en el mismo plano temporal.
La historia tiene esta vez algo de elegía y por lo tanto, está ausente el humor que se atisbaba en otras obras.
Formalmente, Sang Soo trabaja esta vez de una forma pictórica. De ahí ese blanco y negro, casi diluido pero lleno de matices. Encuentro un homenaje a Hopper en la lectura de la carta, en la ciudad vacía de noche, en la gasolinera.... probablemente existan otras referencias, en cualquier caso, la conclusión es que El hotel a orillas del río es, estéticamente, la película más hermosa de su autor.   
Pero la mayor evolución frente a otras obras, es la estilización dela narración. Una depuración que puede llegar a hacerla parecer abstracta en ocasiones.
Lo importante, es que no por ello se pierde ningún tipo de matiz, ni profundidad. Desde ese ascetismo, la maestría de Sang Soo consigue dibujar a la perfección a los personajes y sus conflictos, alcanza a dibujarnos su interior y a hacernos comprender que estamos compartiendo una historia humana común, y que toda historia humana común, cuando se observa con detenimientos y con una mirada comprensiva y sensible, merece la pena y está llena de riqueza.
El hotel a orillas del río es una muestra preciosa de hasta donde puede llegar su autor.
es mucho más que un ejercicio. Tal vez, como decía antes, un punto de inflexión. Que disfruto en si mismo pero además me regala la curiosidad de esperar lo que vendrá después.

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