Luis Luque
Intérpretes.-
Lolita Flores. Críspulo Cabezas. Tina Sainz. Juan Fernández. Eneko Sagardoy
En estos extraños días de confinamiento, hay generosidad para evitar la posible sequía digital. A este respecto, nos encontramos con que el Teatro La Latina de Madrid, nos ofrece de forma gratuita una producción que nació en el Festival de Teatro de Mérida y luego recaló en la capital.
Fedra, de Paco Bezerra, uno de nuestros jóvenes dramaturgos mejor considerados, siguiendo a Eurípides y con el reclamo de contar como protagonista con Lolita Flores, una actriz más conocida como personaje que como intérprete.
Pues bien, gracias, y muchas.
Poder disfrutar teatro desde casa, es una estupenda opción que amplia la oferta, personalmente ya había disfrutado de alguna producción del West End londinense gracias a Digital Theatre. Posiblemente es cierto que las cosas están cambiando y también que, un acontecimiento como este, sirva para acelerar la transformación. Veámoslo como algo positivo, que nos lleve a aumentar nuestra emoción pero no a abandonar las butacas.
Larga introducción.
Lo siento.
Vayamos ahora con la obra.
Hace unos años, en el Teatro Abadía, varios directores pusieron en marcha un proyecto de investigación y creación alrededor de un concepto. Su primera temporada fue alrededor de los mitos clásicos. Vi la Medea de Andrés Lima y la Antígona de Miguel del Arco. Eran propuestas muy importantes que, de alguna manera, desbrozaban el mito y lo trasladaban desde la esencia. Era un ejercicio de integración de unas historias que podrían sonar anacrónicos, consiguiendo el equilibrio entre la abstracción y la narrativa.
Paco Bezerra no pretende esto en Fedra. Su Fedra es un ejercicio narrativo, como tal funciona y funciona bien, sin mayores ni menores ambiciones. Pero quizás eso le impida profundidad que se atisba en algunos momentos. La versión es eficaz y el lenguaje muy bello. Me hubiese gustado, y creo que hubiese podido alcanzarla, mayor intensidad.
No termina de convencerme ese decorado cueva, ese matriz de varias capas. Y tampoco soy muy dado a las videocreaciones. En cualquier caso, no molesta aunque creo que no impulsa.
Y, por supuesto, toca hablar de Lolita.
Comienzo diciendo que, si la presencia de un personaje conocido lleva al teatro, al teatro exigente, a nuevo público, bienvenido sea. Siempre, por supuesto, que el personaje cumpla.
Pues bien, Lolita cumple con creces.
Nunca la había visto en teatro, pero sólo recuerdo alabanzas de su monólogo en La Plaza del Diamante. De acuerdo que Fedra es otra cosa.
Lolita Flores compone a una madrastra desgarrada, una mujer perdida en su interior, la matiza con un tono particular que tiene mucho de animal, pero no por ello pierde el detalle. Tal vez me falta fiereza entre ella y Cabezas en su última escena juntos.
Y eso sí, no está sola. Todos los demás componen juntos un grupo muy homogéneo en el que podemos destacar la veteranía de Tina Sainz.
En conjunto pues, una buen Fedra en la que además hay que animar el hecho de que un texto clásico de este nivel, se represente en un teatro privado, sin duda una apuesta importante, aplaudible, como regalárnosla ahora que los días son tan largos.
Público
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