450 páginas
Disponible en ebook
Nos encontramos ante uno de esos best sellers que parecen bendecidos por la crítica.
Esos libros que nos llegan con el aviso de que van a ser un éxito, de que nos encontramos casi ante un acontecimiento literario.
Un autor desconocido, aupado en pocos días a la lista de libros más vendidos en cualquier país.
Novela histórica criminal que puede acercarla a otras referencias ya conocidas como El Perfume y El nombre de la rosa.
Cuatro partes.
De la primera salgo convencido de que lo que se auguraba es cierto.
En la resaca de la Revolución Francesa, en una Europa atroz en su injusticia y perversión moral, un cadáver aparece horriblemente mutilado en un lago de Estocolmo. Una pareja formada por un ex combatiente y en antiguo abogado mortalmente enfermo, decidirán asumir el empeño de encontrar al culpable.
El paisaje está dibujado con dureza, los personajes no tardan en hacerse cercanos. La crueldad narrada ( y reconozcámoslo, a todos nos imanta en cierta medida la crueldad ) llega a límites no siempre fáciles de soportar.
La segunda parte parece enganchada a la primera, y avanza aún más en el horror. No está al mismo nivel pero no es fácil desentenderse.
El problema llega a mi en la tercera. Ajena, forzada, bien escrita pero personalmente me aleja demasiado de la trama.
Y así continua, incluso en el regreso de la cuarta parte a la trama principal.
Pronto llego a la conclusión de que 1793 es un libro artefacto. Muy bien escrito, sí, esforzado, por supuesto. Pero también tramposo. El núcleo es potente, muy potente, pero no es suficiente. El desarrollo es plano desde el punto de vista policiaco, y fácil desde el punto de vista narrativo. Los personajes que tanto me habían atraído, terminan sin arco. El conjunto es un poco extenuante.
Al final 1793 se parece más a un producto, perfectamente creado, eso sí, que a una novela. No consigue ir en crescendo desde su mejor parte, sino al contrario. Es artificial en sus motivaciones. Es incluso pornográfico en su sordidez.
Pero ahí está.
Y está muy bien colocado.
Bueno, pensemos que ha sido entretenido y que también, cierto es, supera la media.
También pensemos que esto es sólo mi opinión, claro.
Público
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