SERIE TV: THE CROWN ( T2- T3 ) de Peter Morgan

UK 2018/ 2019
Left Bank Pictures/ Sony Pictures Tv
Netflix
Directores.-
Stephen Daldry.
Philip Martin
julian Jarrod
Benjamin Caron
Phillipa Lowthorpe
Intérpretes.-
T2:
Claire Foy. Matt Smith. Vanessa Kirby. Victoria Hamilton. Jeremy Northam. John Lithgow. Alex Jannings. Lia Williams. Matthew Goode
T3:
Olivia Colman. tobias Menzies. Helena Bonham Carter. Marion Bailey. Charles Dance. Derek Jacobi. Geraldine Chaplin. Ben Danields. Josh O'Connor. Erin Doherty. Emerald Fennelli.
Duración.-
Cada temporada 10 capítulos
60' c.u.

Hace unos meses comenté aquí la primera temporada de The Crown. Sin duda una serie excelente en si misma, pero además, marcada por el hecho de atreverse a utilizar como protagonistas a la familia real inglesa, con prácticamente todos los protagonistas vivos y aun en activo.
Las temporadas dos y tres ofrecerían poco más que contar en lo que respecta a la calidad de la propuesta desde el punto de vista estético e interpretativo, totalmente exquisito lo primero, y perfecto como lo son los actores británicos lo segundo.
Una gozada sin duda.
Pero creo que hay otro aspecto importante a tener en cuenta, y es la visión de la propia monarquía. ya no sólo como referencia  ineludible y anclaje perfecto para un recorrido por la historia de un país, sino en el análisis de la institución en si misma y su posible vigencia hoy en día, algo que a muchos nos parece anacrónico.
Vayamos por partes:
La segunda temporada enlaza a la perfección con la primera, los monarcas son jóvenes y están intentando ajustarse a las exigencias de su cargo. Por mucho que la Reina Isabel haya sido educada desde su niñez para ese puesto, la realidad y las circunstancias geopolíticas y sociales obligarán a abrir nuevos caminos.
En el centro, la relación entre ellos y con otros miembros de la familia, en especial su hermana.
Así, frente al inicio en el trono, donde la ingenuidad de la monarca no conseguía imponerse totalmente, aquí deberá de lidiar con personajes como Jackie Kennedy o el Duque de Windsor y afrontar crisis políticas de nivel internacional, pero sin por ello poder evitar verse afectada por las crisis en su matrimonio.
Digamos que la T2 conserva cierto punto de empatía creada, como si sus directores pensasen que estos adolescentes, lanzados a la Historia, necesitan cierto apoyo.
El primer capítulo de la T3 me desconcierta.
Hay un cambio de actores, pero tengo la sensación de que también hay un cambio de actitud.
Es como si se vulgarizase a todos los miembros de la familia. Como si, haciéndolos tan cercanos y ubicándolos en un entorno y en unas circunstancias tan irreales para cualquier ser humano, se crease un contraste en nada favorable para la monarquía.
La aparente piedad con ellos en las temporadas anteriores, ha desaparecido. E incluso, en algún momento, atisbo cierto punto de crueldad.
Avanzamos.
Y poco a poco se consigue un efecto tan extraño como positivo: efectivamente, los miembros de la realeza van apareciendo como personajes más corrientes, con sus dramas y sus comedias, sus desencuentros y su amor cómodo y asentad, con sus fobias y errores.
Pero en este camino, se consigue ( y lo dice alguien que nunca ha sido ni será monárquico ) que los comprendamos de otra manera, que lleguemos incluso a entender su posición, que, en definitiva, lleguemos a valorarlo.
Ya he citado antes las bondades interpretativas pero sería injusto, en esta temporada, no citar expresamente a Olivia Colman. Hasta La Favorita no era consciente de conocerla. Aquí está absolutamente integrada en su papel, siendo capaz de aunar solemnidad y cotidianeidad, exigencia, responsabilidad y humanidad. Es una de esas interpretaciones que deberían recordarse siempre.
También he dicho ya que la escritura es perfecta, un ejemplo de como integrar Historia e historia, recorriendo en diferentes episodios, hitos con los que caminó Inglaterra y, por supuesto, sus protagonistas.
Por supuesto, no hay serie británica que no sea correcta en su producción. Esta está en el máximo nivel.
Creo que puedo decir sin excederme que las tres temporadas vistas hasta ahora de The Crown, conforman una de las mejores series nunca realizadas para televisión.
Y creo que, en lo que respecta a su esencia, la lección importante es que con respecto a la monarquía, lo que tiene que actualizarse no es la institución ( algo imposible ) sino la forma de mirarla.

Público
   

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