NOVELA: SIDI de Arturo Pérez Reverte

Alfaguara
375 páginas
Disponible en ebook

Arturo Pérez Reverte comenzó siendo uno de los escritores de best sellers patrios. Tengo que reconocer que después de dos o tres de sus primeras novelas, dejó de interesarme. Sus obras eran un prodigio de documentación, fuese cual fuese la temática, pero ese exceso de información a mi me bloqueaba el desarrollo de tramas que no terminaban de parecerme cerradas.
A salto de mata, seguí alguna de sus series, creo que dos Alatriste y un Falcó.
Poco más.
Tampoco me enganché pero sí reconocí que su escritura era cada vez mejor. Como además él como personaje me cae muy bien, tenía la seguridad de que tarde o temprano volveríamos a encontrarnos.
Ocurrió con un hermosísimo artículo, escrito desde el corazón, en el fallecimiento del propietario de a Librería Bardón de Madrid.
Y ha ocurrido con Sidi.
La verdad es que, en los tiempos que corren, escribir una novela sobre el Cid Campeador es casi una cuestión ideológica.
El mundo debe de volver, quizás más que nunca a sus leyendas, porque es esto lo que ha hecho grande a la humanidad: convertir en héroes a aquellos que lo merecen y cantar sus gestas para que no se olviden.
Necesitamos héroes en un mundo tan mediocre.
No hay que confundirse: Sidi no es una biografía del militar. Habría hecho falta el doble de tamaño por lo menos.
La novela nos lo presenta ya con sus hombres en el destierro, trabajando para quien pueda pagar sus servicios. Tras una primera escaramuza, ofrecerá sus servicios a diferentes señores. Terminará al servicio del rey moro de Zaragoza, luchando, y por supuesto venciendo, a Berenguer Remont, Conde de Barcelona quien antes le había rechazado.
Es un periodo corto pero suficiente para dibujar el retrato de un hombre y de quienes le siguen, para mostrar un tipo de vida a caballo y entre polvo y sangre.
Un relato evocador de otros tiempos, lamentablemente muy lejanos en valores.
La novela es apasionante, equilibrada. Pero sobre todo, la prosa es magnífica.
No sólo me ha gustado, si no que me ha gustado que me gustase.
Nos hacen falta Sidis, sin duda. Y cronistas como Pérez Reverte para recordarnos a lo que podemos aspirar.
No todo está perdido.

Público

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