Ai Liya. Du Jang. Zhao Yanguozhang. Li Jingjing. Qi Xi. Xu Cheng. Wang Jingchun. Roy Wang. Mei Yong.
Recuerdo hace años cuando unos amigos chinos me hablaron de sus hijos.
Con la política del hijo único, eran conscientes de que sus hijos, especialmente los varones, se convertían en pequeños tiranos.
Eran el mayor tesoro de sus familias.
Hasta siempre hijo mío nos presenta a una pareja que en la década de los ochenta sufre la tragedia de perder a su vástago.
A partir de aquí, a lo largo de los años,, tendrán que sobrevivir con el dolor, con el intento de sustituirlo, con los recuerdos del pasado.
Xiaoshuai nos cuenta una gran historia.
Es una decisión, sin duda, abarcar en la narración un espectro tan amplio, temporal y emocional, y hacerlo en casi tres horas, dando tiempo a que se desarrollen todas sus vertientes con la serenidad y la lentitud que permite alcanzar el detalle y los sentimientos.
Al mismo tiempo que vivimos la historia de este matrimonio y sus amigos, vivimos también la crónica de la China de estas últimas décadas, un país que pasa de un comunismo militar a conocer el capitalismo. De la fábrica a la empresa. Sin perder por ello el respeto de las tradiciones más arraigadas-
Me gusta que me cuenten relatos largos. Me gusta seguir a los personajes a través del tiempo. Me gusta cuando lo hacen Dickens o Tolstoi y me gusta cuando lo hace este director con cariño hacia sus criaturas y una muy elegante gramática visual.
Hasta siempre hijo mío es una de las grandes películas de este año, de esas cintas que responden al canon clásico, de las que cuentan largas narraciones. De las que son novela.
Público
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