USA 2019
Scalett Johansson. Adam Driver. Laura Dern. Alan Alda. Ray Liotta. Julie Hagerty. Azhy Robertson. Merritt Wever. Mary Hollis Inboden. Amir Talai. Wallace Shawn.
Netflix
Creo que en EE.UU fue Woody Allen quien comenzó a utilizar el diálogo como aventura. En Europa ya lo hacían algunos directores, entre otros Bergman en la vena más dramática. El propio Allen "traicionó" a quienes esperaban su humor, para emular al sueco con buenos resultados en proyectos como Interiores, Septiembre y Otra Mujer, por ejemplo.
Pero me estoy desviando.
En los últimos años los herederos de Allen han sido muchos, unos mejores y otros peores. Norah Baumbach está entre los buenos.
Las características comunes son , el diálogo frente a la acción como principal sostén, el entorno cotidiano, una aparente ligereza en el tratamiento de los temas, inteligencia y humos sobrevolando toda la narración.
Todo eso está en Historia de un matrimonio, pero también hay unas gotas de Bergman. No olvidemos que Escenas de un matrimonio fue una de sus cintas más emblemáticas.
De hecho, creo que hay en el título cierto nivel de homenaje, ya que la cinta no es realmente la historia de un matrimonio sino su conclusión o, en el mejor de los casos, la historia de un divorcio.
Nicole y Charlie son una pareja joven, atractiva e intelectual. Viven en Nueva York. Trabajan en el teatro de vanguardia. Y han decidido separarse.
Nunca tenemos claros los motivos aunque van dejándonos pistas para que cada uno lo interprete en función de su experiencia personal.
Van a aprovechar el periodo en que ella regresará a su ciudad, Los Ángeles, para rodar el piloto de una serie. Y lo harán de forma amistosa.
Pronto todo cambia. Entran accidentalmente abogados. La separación amistosa se convierte en guerra, todo vale, y les empapa la amargura. Culminan en una discusión, el punto más Bergman de la cinta, donde se cierra la puerta a la marcha atrás.
El hecho de que exista un hijo en común y la necesidad de organizar su lugar de residencia, complica todo mucho más.
Historia de un matrimonio es una película muy transparente y muy rica, centrada en el desarrollo de sus dos personajes principales y aquellos que les acompañan y conforman el paisaje de cada uno. Porque las dos visiones de cada uno, encajan con dos formas de ver la vida, y ello encaja con dos áreas geográficas, posiblemente sea menos patente para quien no haya vivido en USA o esté poco familiarizado con su tejido social, la Costa Este y la Costa Oeste, Nueva York y Los Ángeles, la superficialidad y la intelectualidad, el valor del dinero y el del conocimiento.
Johansson y Driver bordan sus interpretaciones, consiguen extraer matices singulares de un guion que ofrece mucho. Nos consiguen emocionar. Hacen que empaticemos con ambos y que ambos nos causen rechazo en algún momento.
El director/ guionista los comprende, y los mira siempre con ternura.
Historia de un matrimonio es una película triste, muy triste, pero consigue no parecerlo.
Se me encoje el corazón en esa escena, totalmente genial, en que ambos cierran juntos una puerta corredera, cada uno a un lado de la misma.
Hay mucho en esta cinta, y mucho bueno.
Antes cité Escenas de un matrimonio, de Bergman, el maestro sueco regreso a sus personajes años después en Saraband y nos dio otra lección de amor. Me encantaría que aquí ocurriese lo mismo. Nicole y Charlie, en el futuro.
Público
Scalett Johansson. Adam Driver. Laura Dern. Alan Alda. Ray Liotta. Julie Hagerty. Azhy Robertson. Merritt Wever. Mary Hollis Inboden. Amir Talai. Wallace Shawn.
Netflix
Creo que en EE.UU fue Woody Allen quien comenzó a utilizar el diálogo como aventura. En Europa ya lo hacían algunos directores, entre otros Bergman en la vena más dramática. El propio Allen "traicionó" a quienes esperaban su humor, para emular al sueco con buenos resultados en proyectos como Interiores, Septiembre y Otra Mujer, por ejemplo.
Pero me estoy desviando.
En los últimos años los herederos de Allen han sido muchos, unos mejores y otros peores. Norah Baumbach está entre los buenos.
Las características comunes son , el diálogo frente a la acción como principal sostén, el entorno cotidiano, una aparente ligereza en el tratamiento de los temas, inteligencia y humos sobrevolando toda la narración.
Todo eso está en Historia de un matrimonio, pero también hay unas gotas de Bergman. No olvidemos que Escenas de un matrimonio fue una de sus cintas más emblemáticas.
De hecho, creo que hay en el título cierto nivel de homenaje, ya que la cinta no es realmente la historia de un matrimonio sino su conclusión o, en el mejor de los casos, la historia de un divorcio.
Nicole y Charlie son una pareja joven, atractiva e intelectual. Viven en Nueva York. Trabajan en el teatro de vanguardia. Y han decidido separarse.
Nunca tenemos claros los motivos aunque van dejándonos pistas para que cada uno lo interprete en función de su experiencia personal.
Van a aprovechar el periodo en que ella regresará a su ciudad, Los Ángeles, para rodar el piloto de una serie. Y lo harán de forma amistosa.
Pronto todo cambia. Entran accidentalmente abogados. La separación amistosa se convierte en guerra, todo vale, y les empapa la amargura. Culminan en una discusión, el punto más Bergman de la cinta, donde se cierra la puerta a la marcha atrás.
El hecho de que exista un hijo en común y la necesidad de organizar su lugar de residencia, complica todo mucho más.
Historia de un matrimonio es una película muy transparente y muy rica, centrada en el desarrollo de sus dos personajes principales y aquellos que les acompañan y conforman el paisaje de cada uno. Porque las dos visiones de cada uno, encajan con dos formas de ver la vida, y ello encaja con dos áreas geográficas, posiblemente sea menos patente para quien no haya vivido en USA o esté poco familiarizado con su tejido social, la Costa Este y la Costa Oeste, Nueva York y Los Ángeles, la superficialidad y la intelectualidad, el valor del dinero y el del conocimiento.
Johansson y Driver bordan sus interpretaciones, consiguen extraer matices singulares de un guion que ofrece mucho. Nos consiguen emocionar. Hacen que empaticemos con ambos y que ambos nos causen rechazo en algún momento.
El director/ guionista los comprende, y los mira siempre con ternura.
Historia de un matrimonio es una película triste, muy triste, pero consigue no parecerlo.
Se me encoje el corazón en esa escena, totalmente genial, en que ambos cierran juntos una puerta corredera, cada uno a un lado de la misma.
Hay mucho en esta cinta, y mucho bueno.
Antes cité Escenas de un matrimonio, de Bergman, el maestro sueco regreso a sus personajes años después en Saraband y nos dio otra lección de amor. Me encantaría que aquí ocurriese lo mismo. Nicole y Charlie, en el futuro.
Público
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