Animación.
Asumiendo que todos los españoles tenemos a Heidi y a Marco en nuestro pasado, yo nunca estuve cerca del universo dibujo japonés que parece contar con tantos fanáticos.
Cuando El viaje de Chirico trascendió el cine de animación, siempre hasta entonces considerado infantil, personalmente me atrapó la imaginación desbordada y la textura libre de esta narrativa.
Luego, gracias al hecho de tener entonces hijas pequeñas, fui acercándome más al universo Miyazaki , a Ponyo y a Toroto. Me enganché, aunque en ocasiones me perdía en esos finales metafilosóficos.
Quizás por eso la que se suponía que era su testamento, El viento se levanta, la disfruté especialmente, era la más asequible.
Esta introducción para contar que ya no me producía extrañeza esta animación adulta de morfología simple y paisajes únicos, cuando descubrí un nuevo autor.
Makoto Shinkai.
Your name me parece una de las grandes películas de los últimos años.
Tiene el trasfondo fantástico de sus predecesoras, historias con un trasfondo mágico que, generalmente, nacen de leyendas ancestrales. Pero la narrativa es más lineal y más clara. Un romanticismo que esta vez bebe de la historia del cine, de obras míticas del cine clásico. Y la naturaleza, siempre sublimada, deja paso al entorno urbano.
En El tiempo contigo, que obviamente no me podía perder, nos encontramos con total naturalidad, con una chica capaz de hacer salir el sol. Ella y un joven adolescente fugado de su pueblo y de su familia, serán la pareja que busca un espacio común en un Tokyo titánico y envuelto en una lluvia constante.
Allí, rodeados de un puñado de encantadores personajes, revivirán la leyenda sacrifical de las doncellas que calmaban la furia de las tormentas.
Su amor es, como esperamos, ingenuo, epidérmico, atrevido ( frente a un público que pueda entender su kich como cursilería ).
Pero, una vez más, el protagonismo de esta cinta, lo que la hace grande, única, es el paisaje, el dibujo, el retrato en movimiento de una ciudad grande y llena de rincones, las gotas de lluvia que se fusionan con el ruido de fondo para crear un velo fugaz y extrañamente hermoso. Es una gozada. Una absoluta borrachera visual, una explosión de hermosura.
Creo que es la base de este cine, pero también, obviamente, exigiendo un guion y un sentido. En el caso de Shinkai no sólo cumple con creces sino que su mensaje es la necesidad de exprimir la vida, de creer en los sueños, de luchar por la felicidad.
El cine es muchas cosas.
Una de ellas es el arte de la imagen. Y posiblemente las obras de Makoto Shinkai sean su máxima expresión desde este punto de vista.Una gozada.
Público
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