OPERA: L'ELISIR D'AMORE de Gaetano Donizetti

Director de escena.-
Damiano Michieletto
Director musical.-
Gianluca Capuano
Intérpretes.-
Juan francisco Gatell. Brenda Rae. ErwinSchrott. Alessandro Luongo. Adiana González.
Teatro Real- Madrid

Creo que estoy rejuveneciendo.
Hace unos años, vi ya esta versión de L'elisir.
No he querido revisar el comentario de entonces, pero recuerdo perfectamente que mi percepción fue tibia. Aceptaba el cambio de ubicación pero lo encontraba algo plano y redundante.
De hecho, si la tengo este año en abono es por una de esas elecciones de conjunto en que siempre se cuela algo que no nos apetece.
Pues bien, existe la posibilidad de que la producción, más rodada, haya adquirido matices, se haya completado.
Y también que yo haya rejuvenecido, me haya vuelto menos solemne y más disfrutón.
Porque tengo que decir que ayer por la noche la gocé en el Teatro Real, y como yo, muchos.
La ópera bufa es ópera bufa, es decir, busca divertir. No por ello pierde la calidad musical o interpretativa, pero se aleja de los dramones habituales para regalarnos alegría.
L'elisir D'amore tiene lugar en un pueblecito italiano. la elección de Michieletto de trasladarlo a una playa brillante y hortera con chiringuito, es totalmente aceptable. Se pierde el aire local pero se gana en ambiente festivo.
Eso es lo que nos regala el director: una gran fiesta de colores donde el mayor acierto es el movimiento continuo. Porque todos los figurantes se mueven sin cesar en múltiples acciones pequeñas y grandes que entretienen la escena continuamente.
El tramposo Dulcamara, vendiendo bebidas isotónicas, los cachas, el gran hinchable, la piscina de espuma, los flotadores.... todo conforma un espectáculo del que es imposible no salir satisfecho.
Frente a la modernidad pretenciosa a la que últimamente estamos teniendo que acostumbrarnos, esta propuesta respeta el concepto de la obra y llega a su esencia: bufa. La sirve con cariño y la comparte con el público.
Y todo empapado de la música saltarina, juguetona y tierna del maestro Donizetti.
Una producción redonda, sin complejos, digna de cualquier buen teatro de ópera.

Público

 

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