NOVELA: LEOPARDO NEGRO LOBO ROJO de Marlon James

Seix Barral
820 páginas
Disponible en ebook

Hace unos años leí la anterior novela de este autor, Breve historia de siete asesinatos, una magnética  aproximación jamaicana a la forma de contar de Ellroy.
La única similitud con la que ahora nos ocupa es su ambición.
Ambas son novelas que revelan a un narrador empapado de sus propias historias, que propone odiseas densas y pobladas y que las afronta con tesón, tiempo y muy buen hacer literario.
Igual que en aquella, esta exige que el lector se introduzca, penetre, permanezca, mientras el autor nos regala universos brillantes.
Es gratificante, no siempre fácil.
Leo en sus declaraciones que su objetivo era algo así como crear El señor de los anillos africano.
Sin duda, el continente negro es un almacén de mitos y leyendas, un territorio con mucho de inexplorado que James afronta, no como Conrad, desde el extrañamiento del ajeno, sino desde el interior.
Rastreador, fabuloso personaje, es un mercenario para todo tipo de necesidades miserables. En su interior late sin duda un corazón capaz del amor, en este caso por otros hombres, y de ternura.
Verse envuelto en una búsqueda que podría cambiar el destino del continente, no sólo le hace crecer sino también rodearse de una multitud de acompañantes y enemigos que podrían componer el friso de El jardín de las delicias.
Uno de los aspectos más destacables de James es su buen pulso narrativo. Con esto consigue algo tan difícil como que una historia compleja y multitudinaria pueda seguirse de forma lineal siendo siempre comprensible.
El otro valor es, sin duda, su imaginación y la forma de dibujar con palabras. El libro está habitado por brujas y vampiros, seres metamorfos, reyes locos y niños crueles, gigantes y sueños, demonios y ninfas.
El conjunto es fascinante, como también lo son la cantidad de acciones que se narran.
Pero de ahí viene también su principal problema en la lectura.
Del exceso.
Leopardo negro lobo rojo, agota por momentos. La acumulación es la norma, aunque sea ordenada, y no hay resquicios de aire para descansar.
Otro problema, pero entiendo que este es personal, es la suciedad. Tengo la sensación de que el libro está empapado en fluidos corporales de todo tipo. El autor es tan bueno coloreando que consigue hacérnoslos casi físicos. En mi caso no me siento cómodo.
Sin duda, Marlon James no está lejos de su objetivo inicial. Esta novela, grande, podría haberla escrito un Tolkien más canalla. Incluso cuenta con su agrupación de aventureros que nada tiene que envidiar a la Comunidad del Anillo.
Debo intentar ser un poco objetivo y reconocerle su valía. El hecho de que por momentos me haya costado moverme entre peleas, diálogos procaces y desagradables torturas es personal.
Sin duda Marlon James es un escritos muy importante y sin duda Leopardo negro es una gran novela.
Pero ahora necesito descansar.
Como después de un empacho gourmet.

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