CINE: AD ASTRA de James Gray

USA 2019
Brad Pitt. Tommy Lee Jones. Donald Sutherland. Liv Tyler. Jamie Kennedy. Ruth Negga. John Ortiz

La película se abra con una secuencia totalmente espectacular. Por un lado, deja claro que no van a faltar recursos a la hora de contarnos esta aventura en el espacio, pero sobre todo sirve para presentarnos a su protagonista, Roy McBride, un astronauta de asombrosas capacidades. No tardaremos en encontrar en su mirada y en sus palabras los restos de heridas aun abiertas.
La misión que se le va a encomendar une lo personal y lo profesional. Su padre, un viejo pionero de la investigación espacial a quien todos creen desaparecido hace muchos años, parece seguir vivo en la órbita de Neptuno y ser el causante de las oleadas de descarga eléctrica que amenazan con destruir el mundo.
Lo que en principio se limita a hacerle llegar un mensaje desde Marte, se convertirá en una larga misión de búsqueda.
Sí. Desde el principio las referencias son claras. Nos encontramos ante una nueva interpretación de El Corazón de las Tinieblas de Conrad, tras la inigualable huella de Apocalypsis Now.
La pregunta es si tiene sentido volver a la misma historia años después, en un nuevo entorno.
Ya sólo la fantástica producción visual justificaría el empeño. He hablado del impactante prólogo pero hay muchos más. La belleza del espacio exterior y la espectacularidad del viaje, no ciegan la belleza de la reflexión sobre la nada y la posibilidad de observar.
Pero hay más.
James Gray me parece uno de los directores más clásicos en el cine americano actual.
Su fuerte es el aliento narrativo lineal y claro con carga emocional, el cuidado detalle en trasladar el interior de sus personajes.
Nunca había salido de entornos claramente urbanos. Me costaba imaginármelo aquí.
Pero como cualquier buen director, es capaz de hacer suyo cualquier material.
El viaje de Roy está lleno de aventuras, hay tensión, y sorpresa. Pero al mismo tiempo que nuestro protagonista va llevando a cabo su odisea exterior, también se desarrolla un viaje íntimo, personal, que alcanzará su punto álgido en las revelaciones de su padre sobre el verdadero significado que tenían para él los sentimientos hacia su mujer y su hijo. Posiblemente el fracaso de ese hombre será la guía de la salvación de quien ha llegado tan lejos para recibir sólo palabras.
Ad Astra nos narra un trayecto interior que escuchamos desde Ulises. Aquel en el que cualquiera que emprenda un largo viaje deberá estar preparado para asumir que también viajará su alma, y que no regresará siendo la misma persona.
Por lo tanto ha merecido la pena volver a la fuente conradiana.
Está claro que me ha gustado mucho esta propuesta por muchas cosas, pero me gustaría cerrar el comentario con dos:
Por un lado, es apasionante; al margen de todo, nos devuelve al valor de cine como entretenimiento.
Y sobre todo, porque uno de sus mensajes, el final, me gusta especialmente: a veces para llegar a casa hay que alejarse primero mucho.
Creo que Ad Astra abre a James Gray nuevos horizontes. Espero que sea donde sea, siga siendo tan buen contador de historias.

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