NOVELA: COCINAR UN OSO de Mikael Niemi

Seix Barral
512 páginas
Disponible en ebook

Me parece que las solapas de los libros están plagadas de referencias equívocas.
Cuantas veces nos han confundido con comparaciones rebuscadas y que, a la hora de la verdad, generaban más decepción que otra cosa.
Cocinar un oso ( terrible título, por cierto ), se presenta como un libro que recordará a El nombre de la rosa.
Peligroso. La novela de Umberto Eco fue en su día un alarde de entretenimiento culto, cuando ni la novela histórica ni la novela negra gozaban de la legión de admiradores actuales, y el, nada menos que mezclaba ambas, con claro homenaje a clásicos como Sherlock Holmes.
Pues bien, esta vez es una de esas veces en que, independientemente de que sea más o menos adecuada, la referencia no decepciona. Sobre todo, porque ambas son capaces de enganchar de principio a fin.
Estamos en 1852 en las tierras del norte de Suecia, el paisaje físico y humano es brutal, descarnado, miserable. La naturaleza parece querer expulsar al ser humano, que intenta refugiarse en la religión, elevándola al éxtasis justiciero más violento.
En ese escenario se sucederán varias muertes. La primera, parece ser causa del ataque de un oso. Pero pronto los habitantes de la aldea tendrán que aceptar que entre ellos vive un peligroso asesino.
La investigación correrá a cambio del párroco, un hombre en lucha continua con las peores costumbres de sus feligreses. Le acompaña un muchacho lapón que será el narrador de gran parte de la novela, un joven cuya vida, por si sola, merecería otro libro.
Como novela negra la trama es apasionante y está perfectamente narrada. Es creíble pero además, narrador y lector van de la mano sin que en ningún momento existan trampas.
Desde el punto de vista histórico es perfecta en conseguir la textura de la época y del entorno social, la oscuridad, la desesperanza, la miseria moral....
Pero es ahí donde me gustaría tener más.
Sabemos que estamos en un área geográfica donde conviven diferentes dialectos y pobladores de orígenes diferentes, no siempre bien avenidos. También que se está produciendo un peligroso movimiento, de rebelión frente a la laxitud religiosa, una contestación feroz del pueblo que ha entendido los mensajes del púlpito de forma radical y se ha convertido en un ejercito cruel y asesino.
Al leer el epílogo, me sorprendo con la información de que el pastor ha sido un personaje real.
Y eso es lo que echo de menos, mayor información histórica, mayor densidad en el entorno.
De todas maneras, es uno de esos casos en que pides más de algo por lo mucho que te ha gustado.
Sí, Cocinar un oso ( vuelvo a decirlo, que mal título ) es una novela muy buena, tan apasionante como debe serlo cualquier novela negra y tan sorprendente como cualquier novela histórica en un entorno lejano y desconocido.
Y sí, la verdad es que no está lejos de El nombre de la rosa. Hay que reconocerlo.
En este caso, sí.

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