NOVELA: EL ALA IZQUIERDA- CEGADOR 1 de Mircea Cartarescu

Impedimenta
432 páginas
También disponible en ebook.

Hace justo un año, me atreví con una novela calificada como un hito de la literatura europea, pero de una complejidad apabullante.
Procedente de Rumanía, Mircea Cartarescu parece un creador singular capaz de trasladar la textura física y emocional de los países de Europa del Este que, en la búsqueda comunista del paraíso, se quedaron anclados en inimaginables cotas de miseria moral y económica.
Solanoide me pareció una experiencia única.
Una novela que me expulsaba a cada rato y que, por el contrario, en otras ocasiones me regalaba páginas totalmente inmersivas con niveles de belleza e imaginación fascinantes.
No era casualidad.
He necesitado un año de descanso para verle de nuevo.
Se supone que El ala izquierda es la primera parte de la trilogía Cegador, que Impedimenta se atreve a publicar integramente.
La sensación es la misma que en la novela anterior.
Es difícil encontrar algún tema concreto en la obra de este autor, en esta amalgama.
Por un lado, está quien creo que es el pobre novelista, en los recuerdos infantiles desde su versión adulta.
Por otro lado su madre, una mujer que busca mantener su impulso vital en un régimen que busca el dominio de lo gris.
Alrededor un paisaje en ruinas. Una ciudad sin alma, tan cansada que casi se siente muerta, con una colección de habitantes pobres por dentro y por fuera.
Pero Cartarescu no es un cronista. Es un fabulador brutal y brillante, sin límites, que en algunos párrafos llega a recordarme a la pintura de El Bosco.
Así, desde esa realidad cariada, nace la secta de los Conocedores, la niña con una araña tatuada en la cabeza, la mujer que habita el ascensor de una casa derruida.....tantas y tantas historias, todas ellas gráficas, originales, sorprendentes y extrañamente bellas.
Cité a El Bosco, pero también está Moebius, y muchos otros. Es como si el autor hubiese introducido en una coctelera todas sus influencias y las vertiese en desorden. Este sería el resultado.
Pero dentro de estas páginas, también encuentro furia.
Entre las alas de las mariposas, que parecen ser el nexo común de la historia, desde su título. Que revolotean con libertad entre las palabras. Veo furia de quien busca la belleza, que puede estar en una normalidad cotidiana, y que encuentra paredes derruidas, familias donde se ha extirpado el amor para colocar la supervivencia, cuentos oscuros que pretenden justificar la dramática realidad....
Porque quizás este desastre sea el castigo de una sociedad cuyos remotos antepasados se atrevieron a devorar a los insectos alados que les acompañaban en su viaje.
O quizás esa sea solo una forma de entender, de buscar una explicación a una existencia que ha elegido por si misma quedarse sin futuro.
La prosa de Cartarescu es la prosa de la desesperanza.
Y su mano la de un mago, que es cierto que en ocasiones nos tensa hasta el límite de lo soportable, si queremos permanecer en su historia, pero que muchas otras, nos regala como nadie, una genialidad selvática, la libertad de las palabras y del pensamiento. Un cuadro único. Plural, inmenso.
Un lugar al que volver, sus páginas, pero que entre viaje y viaje precisan de un descanso.

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