CINE: LOS DÍAS QUE VENDRÄN de Carlos Marques- Marcet

España 2018
María Rodriguez Soto. David Verdaguer. Lupe Verdaguer Rodriguez. Albert Prat. Sergi Torrecilla. Xavier Gómez

Al comienzo de esta temporada de cine, se estrenaba Las Distancias, ganadora del Festival de Cine de Málaga en 2018. 
Ahora llega Los días que vendrán, que ha triunfado en la última edición.
El Festival se está convirtiendo en una excelente plataforma para el cine español, especialmente dando vos a muchas obras que, en otras circunstancias, no tendrían fácil llegar a las pantallas en un nivel de normalidad.
Si repasamos las triunfadoras de los últimos años nos encontramos con películas como A cambio de nada, 10.000 km ( del mismo autor que la que ahora nos ocupa ), La Verguenza, Los niños salvajes, o, la más reconocida, Verano 1993.
Todas ellas conforman a mi entender, por sus características comunes, lo que podría llamarse de nuevo una "tercera vía" de nuestro cine.
frente a un cine muy comercial, centrado principalmente en la comedia y generalmente con actores que son referentes conocidos, existe también un cine de género, cada vez mejor hecho, más clásico en sus planteamientos. El mejor ejemplo en este caso, sería Sorogoyen y su cine negro.
Entre ambas, hay un grupo de directores ( muchos de ellos catalanes ), que se acercan más al hiperrealismo, elevando la realidad cotidiana a contenido cinematográfico.
Son creadores que utilizan escenarios y personajes que, en otros tiempos, posiblemente hubiesen servido para el cámara en mano y los presupuestos de amigos. Sin embargo, algo que destaca es que no renuncian, ni mucho menos, a hacer cine.
Son películas muy bien trabajadas,tanto desde el punto de vista técnico y creativo como en su escritura y en su interpretación. No tiene cabida el concepto amateur. Son exigentes.
simplemente trabajan con material cercano. Y su principal valor es su capacidad para trasladar los sentimientos.
Los días que vendrán se enclava claramente en esta descripción.
Una pareja que convive desde hace relativamente poco tiempo, descubre que están embarazados por accidente.
Una vez que disipan las dudas y deciden seguir adelante, les acompañamos en los nueve meses de gestación, hasta el nacimiento de Zoe.
Marques- Marcet consigue, a través de un guion delicado muy bien escrito, llevarnos a la intimidad de sus dos personajes principales y, sin que nos demos cuenta, contarnos muchas cosas.
Sus miedos, sus deseos y sus dudas. Sus diferencias, entre ellos y entre lo que querrían pensar y lo que realmente piensan.
Las discusiones y conversaciones, la necesidad de comprenderse y de vencerse, sólo pueden ser verdad.
También es un canto a la vida, sin duda. Pero nada ñoño o infantil. Sino un canto a la vida en toda su complejidad y su grandeza.
Lo más sorprendente no es como consigue atrapar sentimientos que parecen hechos de aire.`Para mi lo más sorprendente es que esta aventura cotidiana llegue a resultar apasionante.
Hace mucho, contar con dos intérpretes de este calibre. David Verdaguer está perfecto en su fragilidad de macho desconcertado, pero sobre todo es María Rodriguez Soto quien sorprende con cada gesto, cada mirada, cada entonación. Es perfecta. Fantástica.
El único problema de estas historias es que, siendo coherentes, se adscriben a su propia limitación. Algo que en ocasiones, podría saber a poco.
Pero en este caso, si sabemos mirar, comprenderemos que su director nos dice que aún está el futuro. Y al futuro conjura la película en su última escena. De esos días que aun están por venir.

Público   

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