650 páginas
también disponible en ebook.
Hace unos años, animado por un artículo que no recuerdo, descubrí El guerrero a la sombra del cerezo.
Me quedé fascinado.
No sólo era una novela apasionante sino que conseguía hacerme recuperar la pasión lectora de cuando era niño.
Esas aventuras en el japón medieval, atrapaban mi imaginación, me ataban a sus páginas, me hacían disfrutar con la ingenuidad y la ilusión que había sentido en tiempos de Julio Verne y Salgari
La siguiente novela de su autor ( de quien por supuesto me hice adepto ) era una más que correcta distopía con mucho de cinematográfico.
Ahora ha regresado a Japón.
Al mismo Japón medieval de entonces, un escenario que, creo haber leído, responde a una pasión personal.
Un monje jesuita, es enviado de regreso a la isla donde ya estuvo de misión, con el objetivo de investigar unos crímenes atroces que se vienen produciendo entre los enviados de la orden.
Una vez allí, se enfrentará con su asado pero también con una compleja intriga de lucha de clanes y, de nuevo, con una cultura ancestral, rica y compleja, plagada de ritos, mitologías y significados.
Una vez más , la novela es apasionante y de nuevo está plagada por una colección de personajes increíbles, perfectamente definidos.
Creo, en el recuerdo, que la trama es más ambiciosa que en la primera, o yo tengo la sensación de mayor complejidad, lo que, en algún punto puede dificultar su seguimiento y sorprender con un final un poco brusco.
Sin embargo, lo que hace única esta propuesta es, ya lo dije al principio, su capacidad de nuevo para atraparnos, por devolvernos la lectura como placer íntimo, como viaje, como sueño.
estoy seguro de que David B. Gil ha leído mucho, sobre todo en su infancia, y que ha pasado muchas noches sin dormir entre páginas.
Ahora espero que sean muchos los que le lean a él. No se arrepentirán.
Público
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